l caso de un gran productor de Pergamino, que también se refirió al manejo de la actividad. Con modernas instalaciones y 500 madres en producción, Tomás Torregrosa, posiblemente, es el mayor productor de carne de conejo de la provincia de Buenos Aires.
Hace cinco años, el médico veterinario Tomás Torregrosa incursionó en la producción de carne de conejo, aprovechando las antiguas instalaciones de un tambo en desuso del campo de su familia, ubicado a pocos metros de la ciudad de Pergamino, en el norte bonaerense.
La remodelación y adaptación de la estructura existente para la cría de conejos, le permitió al joven emprendedor ir creciendo y perfeccionarse en esta interesante y pujante alternativa de producción.
El trabajo realizado en forma responsable y profesional, le permitió contar actualmente con modernas instalaciones y 500 madres en producción, y convertirse así, posiblemente, en el mayor productor de carne de conejo de la provincia de Buenos Aires.
Pero la pandemia mundial por Coronavirus provocó una fuerte disminución en la demanda de carne de conejo, debido al cierre de hoteles y restaurantes, su mayor canal de comercialización.
Durante una visita al criadero, Torregrosa le refirió a El ABC Rural las características de su actividad productiva y el fuerte impacto negativo que le provocó la pandemia mundial por Coronavirus.
Hasta el año pasado Torregrosa estaba entregando entre 600 y 700 conejos gordos por mes. Hoy apenas unos 150.
“Comencé con la cría de conejos en 2015 de a poco, con unas 20 a 30 madres, porque era una actividad interesante. Fui creciendo y hoy cuento con 500 madres de las razas carniceras Nueva Zelanda, California y -desde hace poco- mariposa, para cruzarla y obtener un híbrido, para probar”, contó el entrevistado.
“Hasta el año pasado estaba entregando entre 600 y 700 conejos gordos por mes, y hoy solo unos 150, ya que la carne de conejo es un producto que tiene un mercado muy exclusivo, demandado básicamente por restaurantes y hoteles”, apuntó.
En ese sentido, el productor, explicó que “el problema comenzó este año a partir de abril, y el frigorífico Costanzo S.A, en la localidad de San Andrés de Giles, es el único del norte bonaerense que ofrece carne de conejo en sus cuatro carnicerías de la zona como venta directa al público”.
En consecuencia, lamentó que “el perjuicio económico es importante, ya que la demanda y venta, al ser mucho menor a lo normal, y los animales generar un alto gasto económico en el consumo diario de alimentos, hace que la rentabilidad de la actividad esté muy complicada”.
El problema de demanda comenzó a partir de abril, y Costanzo S.A, en la localidad de San Andrés de Giles, es el único frigorífico del norte bonaerense que hoy ofrece carne de conejo en sus cuatro carnicerías de la zona como venta directa al público.
Producción con manejo y ciclo muy intensivo
Sobre las características de la cría y producción, Torregrosa dijo que requiere un “manejo y ciclo muy intensivo”. En esa línea de trabajo, informó que el ciclo productivo ideal es que la hembra pueda parir cada 40 días.
“Una vez dado el servicio, son 31 días de gestación. A los ocho días de postparto se le da el próximo servicio, y mientras la hembra continúa amamantando a las crías de la camada que parió, ya está gestando la próxima camada a parir en 10 días. Se la desteta a los 30 días y a los 10 días vuelve a parir”, explicó.
De todas maneras, el entrevistado, advirtió que “no todo el porcentaje de hembras cumple con ese ciclo de producción ideal, ya que muchas se demoran hasta 60 días en parir”.
En tanto, señaló que “el peso de faena se alcanza a los tres meses de vida, con entre 2,5 y 3 kilos, para todas las razas carniceras”.
-¿Cuántos machos se necesitan para una buena reproducción?
-Puede ser un macho cada 20 ó 30 madres.
-¿Cuántas crías puede tener cada madre por camada?
-Tuve casos que llegaron a tener 17 crías y otras solo dos. Por eso se realizan las donaciones y adopciones a otras hembras, para poder así tener nidos con camadas parejas de 7 a 9 ejemplares.
En cuanto a las instalaciones de cría, el productor indicó que son básicas y sencillas. “Las jaulas de maternidad tienen chupetes y comederos para agua y alimento, y una compuerta de acceso al nido, el cual está confeccionado con el pelo de la coneja, viruta y un plástico tipo sándwich para evitar el contacto de la cría con la orina”, explicó.
Sobre la alimentación, dijo que se le ofrece “balanceado, con gran proporción de alfalfa como proteína, y fibra para mantener un buen equilibrio del sistema digestivo y evitar diarreas”.
-¿El bosteo se puede aprovechar como abono orgánico?
-Sí. En mi caso no lo utilizo, pero se puede usar como fertilizante orgánico y confección de humus, a partir del trabajo con lombrices.
-¿Cuáles son las enfermedades más comunes a tener en cuenta?
-Las neumonías, diarreas y coccidiosis. La diarrea se presenta mucho en los ejemplares más jóvenes, de entre 30 y 50 días de edad. La neumonía, principalmente se presenta en las etapas finales, de engorde, previa a la venta y en las madres, cuando bajan las defensas por algún problema con bacterias.
El ABC Rural