ara muchos analistas la industria de alimentos y bebidas, será clave para la recuperación de la economía el día después de la pandemia junto con el agro, la construcción y el sector energético.
Tiene potencial de crecimiento, en especial en exportaciones, esenciales para la generación de divisas, pero el talón de Aquiles, como en muchas actividades, es la falta de financiamiento para la mayoría de las empresas.
En busca de líneas de crédito que permitan apalancarla producción y "lubricar" el proceso de internacionalización de las pymes del sector, directivos de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y del Banco de Inversión y Comercio Exterior(BICE) mantuvieron un encuentro que se espera que termine con el lanzamiento formal de líneas de crédito específicas para esta industria.
“El financiamiento va a ser central para construir un segundo piso agroindustrial al campo”, aseguró José Ignacio de Mendiguren, presidente del BICE. Y agregó: "Para agregar más valor a nuestros alimentos necesitamos una pata fuerte de financiamiento a la inversión, y en el BICE estamos trabajando para eso”.
En concreto se habló de tres líneas, la primera para comercio exterior, orientada específicamente a empresas que encaren su primera exportación. "El objetivo es no sólo producir y exportar más sino tener más empresas que exporten, porque estamos más o menos en 1200 exportadoras desde 2009", aseguró Daniel Funes de Rioja, titular de Copal.
Una segunda línea sería la financiación con factura conformada. Esto apunta a asistir a las pymes que participarán de los procesos de licitación pública, tal cual le ha pedido el Gobierno al sector, pero que no pueden acceder financiamiento en el sistema bancario.
"Éste es un sistema muy utilizado en Brasil, y creemos que será una buena manera para que las empresas puedan calzar el financiamiento con la garantía que suponen los contratos de adjudicación en las licitaciones ",reseñó el empresario.
Por último, se dispondrá una línea para capital de trabajo y refinanciación de pasivos para grandes empresas y pymes que están siendo golpeadas por la caída de la actividad. Aquí se tomarían algunas líneas que tiene el BICE y opciones como leasing u otros mecanismos.
Fuentes del BICE indicaron que hay recursos disponibles para prefinanciación de exportaciones
con una tasa del 6,5% en dólares a 180 o 210 días.
Además, la entidad tiene una línea para capital de trabajo a 36 meses, un plazo que puede resultar muy interesante, teniendo en cuenta que en general ese plazo se maneja en la banca comercial para lo que es inversión. Tiene tasa Badlar más 6%, que hoy se ubica en torno al 36%, con seis meses de gracia.
La reunión estuvo encabezada por dos viejos conocidos, Ignacio de Mendiguren, titular del BICE y expresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y Daniel Funes de Rioja, presidente de Copal, y uno de los vicepresidentes de la central fabril.
Además, participaron funcionarios del BICE y representantes de la cadena avícola, la industria de alimentos, frutihortícolas, el sector pesquero, la industria lechera y la yerba mate, entre otros.
Cronista