l teletrabajo y las herramientas digitales están siendo dos de las armas imprescindibles que las empresas están utilizando masivamente para luchar contra algunos de los problemas de gestión que el coronavirus y la consiguiente necesidad del confinamiento están ocasionando en la vida de las compañías.
Consecuentemente, el trabajo a distancia ha producido, por ejemplo, efectos relevantes tanto en el mercado de los equipos informáticos como en las herramientas financieras que las empresas utilizan para garantizar que sus necesidades en este terreno están cubiertas adecuadamente.
El coronavirus ha transformado la forma de ver la inversión en bienes y equipos
La patronal de las compañías informáticas ha comunicado recientemente que ante el aumento del teletrabajo en las empresas y la subida asociada de los precios de los ordenadores -más del 20%-, las compañías están echando mano de forma abundante del leasing de equipos informáticos. "El incremento de la demanda no se centra sólo en la venta, sino también en los negocios de leasing de equipos informáticos, debido al alto número de compañías que se ven ahora en la necesidad de ofrecer un portátil a su personal y no quieren afrontar los costes de una compra masiva sin saber cuánto tiempo los necesitarán".
He escogido el caso de la informática porque resulta uno de los más evidentes respecto a los cambios que la crisis de coronavirus está introduciendo en la forma de ver las inversiones en bienes y equipos a la que se están viendo obligadas las empresas ante los problemas sobrevenidos de liquidez por el freno de la actividad económica y frente a la necesidad de afrontar importantes y rápidas inversiones para renovar los parques informáticos. Pero estas circunstancias y los nuevos retos podrían extenderse a un sin número de productos y servicios para los que, ahora más que nunca, las ventajas del leasing y el renting se hacen más evidentes si cabe: equipos médicos, maquinaria industrial, telecomunicaciones o inmuebles son algunos otros entre la amplia gama de opciones que ofrecen las fórmulas de arrendamiento financiero y/o operativo.
Las fórmulas de arrendamiento ayudan a resolver los problemas de liquidez.
Aplazamiento y flexibilidad en los pagos, rentabilidad y eficiencia en la asignación de los recursos y acceso regular a la renovación y actualización de bienes y equipos son algunas de las ventajas que han hecho que el leasing haya recibido un tratamiento especial en el Real Decreto del Gobierno del 17 de marzo de 2020 sobre medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19. Esto incluye una partida concreta de 200 millones de euros para los próximos dos años con el fin de apoyar "mediante la financiación del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para las pymes la compra y leasing de equipamiento y servicios para la digitalización de la pyme y las soluciones de teletrabajo."
No son ahora momentos en los que las empresas puedan desdeñar ofrecimientos como este del Gobierno o los que están realizando otros organismos o entidades financieras para facilitar la vida a las compañías, los profesionales, los autónomos y los particulares en general.
Por nuestra parte, la Asociación Española de Leasing y Renting (AELR) y su centenar largo de asociados están a disposición de todos los colectivos afectados por esta crisis para paliar en lo que se pueda los efectos de la pandemia, en línea con las políticas públicas y privadas desarrolladas en España por muchos otros sectores económicos.
Desde aquí animo a todos a acudir a las diferentes entidades asociadas a la AELR para gestionar sus necesidades financieras, cada una de las cuales se analizará individualmente, aplicando de forma independiente cada socio su propia capacidad financiera y el margen de actuación que considere.
No quiero finalizar esta pequeña aportación sin enviar un mensaje general de solidaridad y ánimo para todos, con la convicción de que esta situación la arreglaremos entre todos más pronto que tarde.
El Economista