Más allá del pulgón, el sorgo no tiene techo en la Argentina

NTA confirmó la masificación de su presencia en lotes entrerrianos. Expertos del semillero Tobin, marca identificada con la producción del grano con prestigio internacional, en cercanías de la localidad de General Ramírez, abordaron precisiones tales como que fue el semillero el que identificó el ataque del pulgón en la Argentina en esta campaña.

Eduardo Cicerone, gerente Comercial y Pablo Bouzada fueron los encargados de explicar las características del pulgón y la importancia de su control.

Cicerone recordó que este pulgón, cuyo nombre científico es Melanaphis sacchari, apareció con virulencia en lotes de sorgo de Estados Unidos y México en 2013 y solo en dos campañas destruyó el 90% del área del cultivo con impactos muy importantes en los rendimientos en sorgos graníferos, como también en sileros y forrajeros.

Este devastador efecto se vio favorecido por la falta de información de la plaga, la inexistencia de monitoreo por parte de los agricultores y asesores, y la escasez de herramientas como insecticidas efectivos para su control.

En esta ocasión, el equipo de Investigación y desarrollo de Tobin detectó la presencia del pulgón de la caña de azúcar en sorgo en la provincia de Buenos Aires, dentro de las localidades de Gahan y Salto, con una presencia muy importante. Hoy se está corroborando en otras provincias distantes en si como Entre Ríos y Salta. Tal es el peligro que representa la plaga que desde la empresa dan toda clase de asesoramiento para paliar su daño, sin discriminar el origen de las simientes.

Pero la presencia del insecto no es nueva en el país, ya había sido reportada en Tucumán, durante 1984. “En nuestro campo experimental trabajamos con ensayos para establecer métodos de control” avisó Cicerone y precisó: “El productor tiene que monitorear, recorrer su lote cada tres días o dos veces por semana porque el ataque es muy agresivo y ante la presencia de pulgón hacer la consulta técnica”.

En cuanto a la respuesta técnica aportó que “establecimos un método tras medir la cantidad de pulgón por hoja y concluimos que con 40 o 50 no hay que demorar las aplicaciones. Si se lo deja actuar se seca el cultivo, no nada, se pierde el lote”.

Concretó al decir que existen muchos productos, pero ninguno ofrece control total, a lo sumo se llega al 70% u 80% y explicó que la calidad de aplicación es esencial ya que la reinfección puede ser inmediata.

El experto desandó el espinoso asunto del pulgón fortaleciendo el exponencial crecimiento del cultivo en la región y en el país fruto de los mejores precios generados por la demanda nacional e internacional.

“El sorgo empezó a ocupar en el mercado que se merece, se lo destinaba a zonas marginales a donde no se podía dar la rotación tradicional, pero eso está cambiando”, definió y siguió: “Con el despegue del mercado a China creció. Los principales exportadores, entre ellos la Argentina no llegan a cumplir con la demanda que no para de aumentar”.

Confió que la marca participó del armado de los protocolos para exportación que se empezaron a diseñar en 2015 y que ahora se destaca la apertura, incluso subrayó que varios puertos lo reciben y que cuenta con un mercado formal por pizarra y a término. En ese marco auspicioso sumó la demanda de sorgo para silo y forrajero de la ganadería nacional, situación que sumó al impulso del granífero que se produce con destino a China.

“El programa de desarrollo del semillero es único en Sudamérica y esta coyuntura encuentra a la marca con desarrollos de punta, incluso a la par de los rindes de maíz”. Determinó incluso que los requerimientos nutricionales son muy parecidos, a excepción que aprovecha mejor el nitrógeno. Confió que “es un cultivo que demanda menos agua. En años como el actual se defiende mejor”. Además, afirmó que el manejo es clave y que bajar las densidades es importante, incluso a 130.000 plantas para algunas variedades. Con todo apuró al asegurar que “no competimos con el maíz, decimos que complementa la rotación”.

Pablo Bouzada suscribió al fenomenal crecimiento y desde su lugar ligado a las ventas dejó saber que cuentan con una amplia oferta de productos adaptados y probados en campos entrerrianos. “Este año pasamos estrés térmico e hídrico en algunas zonas, pero igual estamos con muy buenos resultados”, definió y complementó con un ejemplo concreto de los lotes recorridos: “El estado fenológico está en finalización de ciclo (fueron plantados entre finales de octubre y primeros días de noviembre). Y además del pulgón, no hubo problemas. Hay que hacer hincapié en el manejo. Más allá del pulgón, el manejo nos permitirá crecer. El cultivo mismo demostrará que no tiene techo”.

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