l lino, cultivo emblemático de la provincia de Entre Ríos, finalizó la siembra de la temporada 2020/21 con 6.500 hectáreas, una superficie 18% mayor (1.000 hectáreas más) respecto de la temporada anterior. El Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber) sostuvo que durante el actual ciclo se registró un aumento en la cantidad de productores y el área destinada a la oleaginosa.
Con un costo de 8 quintales por hectárea y un precio que ronda los 600 dólares por tonelada, la oleaginosa recuperó terreno después de caer a un mínimo de los últimos 20 años en 2019.
En un análisis, se detalló que el consumo humano, que aumentó considerablemente en los últimos 10 años, y la industria aceitera y textil son la principal demanda en nuestro país y poco volumen exportado.
El aceite de linaza que se obtiene del lino es materia prima en la producción de pinturas y barnices, tintas para impresoras, lo utilizan porque es un aceite secante, e inclusive biodiesel. Sumado al expeller de lino que es proteico y puede reemplazar al de soja, con menos niveles, pero se lo sustituye en la industria de alimentos balanceados para consumo animal, son los principales destinos de la trilla.
El estado fenológico del lino va desde lotes recién sembrados hasta sitios donde el cultivo se encuentra enramado con una altura de 20 centímetros.
El cultivo presenta una condición entre buena y muy buena en el centro norte del territorio, mientras que hacia el centro sur va de buena a regular, debido a “intensas heladas” que provocaron retraso en el crecimiento, quemado de hojas y hasta muerte de plantas.
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