o afirman comercializadores del producto en la región, quienes indican que a pesar de ser un cultivo poco común, es muy demandado. La traba es la escasez de agua. Las espinacas se dan en corto tiempo, pero es preciso regarlas frecuentemente. La tarea puede verse empañada si el líquido se restringe.
Aún así, la campaña del 2019 se catalogó como exitosa. Se obtuvo un rendimiento de hasta 25 toneladas por hectárea. Es por ello que varias empresas se han sumado a su producción, pues se considera una de las más rentables hasta ahora.
800 hectáreas es que lo que está pautado para la siembra del vegetal en la comunidad de Castilla y León. La cifra representa un incremento respecto al 2017. Pero existen áreas típicas de canal, como Tordesillas, en las que prácticamente se cataloga como pérdida. Los embalses carecen de agua.
El empresario y comercializador del producto por el Grupo Virto, David Turrado, ha dicho en varias publicaciones que la sequía atenta contra los buenos pronósticos que se tenían para la temporada 2020. Ha reconocido que la campaña se vislumbra complicada, pero de igual forma mantendrá las contrataciones y colaboraciones anteriores.
Valladolid, Ávila, Segovia, León y Zamora tienen una superficie cultivada de 750 hectáreas. En otras zonas como Soria se experimenta con otras variantes de la espinaca, como la “baby”. Pero es la gestión del riego lo que garantizará un rendimiento eficaz.
Empresas como Florette prueban con la cosecha de distintos tipos de la verdura. En sus 250 hectáreas ubicadas en Olmillos, han logrado muy buenos resultados. La “espinaca baby” pasó a ser parte del stock de vegetales frescos que envasan y comercializan.
Animados por lo conseguido en 2017, en 2020 cultivarán al aire libre, pues creen tener las condiciones para repetir lo conseguido en invernaderos. Se generaron 11 mil kilogramos por hectárea.
A pesar de los obstáculos que interpone la sequía, ha dicho que Soria es una zona apta para la siembra de este alimento. Su meta es plantar seis hectáreas de espinaca pequeña, 18 de la tradicional y dos hectáreas de una variante de la col lombarda. Igualmente, conservará sus sembradíos de brócoli, escarola (rizada y lisa), iceberg, lechuga romana, batavia, acelga (verde y blanca) y radicchio.
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