continuación, se presenta lo más destacado de ese proceso, que vuelve a poner al cultivo como como protagonista, y herramienta no solo para la agricultura, sino también para la ganadería.
En Argentina, el sorgo posee una amplia región agro-ecológica para su cultivo, que fue adaptada por mejoramiento genético a una gran diversidad de ambientes. Es un cultivo agronómicamente perfecto, que se caracteriza por su rusticidad (resistencia a la salinidad) y adaptabilidad (resistencia a la sequía) a un rango variado de ambientes.
La jerarquía del sorgo como integrante de un sistema de producción, reside en la utilización como grano y forraje para alimento animal y como parte fundamental de un sistema de rotaciones para mantener la productividad y estabilidad estructural del suelo.
El sorgo dispone de una extensa ventana de producción de alrededor de 140 días, enmarcada por las denominadas siembras primavero-estivales, cuando las temperaturas del suelo están entre 12-14 grados; finalizando en el mes de enero, como fechas de siembras óptimas y recomendables.
Existe un extraordinario potencial genético disponible en el mercado nacional de semilla, en sus distintas presentaciones, aptitudes, destinos, usos y aprovechamientos, que espera ser utilizado.
El INTA, históricamente, fue el Organismo del Estado Nacional que evaluó el comportamiento y la respuesta de los materiales de sorgo en el NEA. La EEA INTA-Las Breñas, en la provincia del Chaco, conjuntamente con sus Agencias de Extensión y de otras Unidades de la región, coordino Proyectos Regionales en Red, con siembras en campo de productores, con una comprometida y activa vinculación institucional con las empresas productoras de semilla del país, productores demostradores, asesores de organismos estatales y asesores del sector privado; con el objetivo general de contribuir al desarrollo del territorio mediante la gestión participativa a través de la investigación, la extensión, la innovación tecnológica y organizacional, dentro de un marco de sustentabilidad, equidad y competitividad.
La ejecución del proyecto regional inicia coincidentemente con las primeras campañas agrícolas del nuevo paradigma productivo instalado en el país: Sistema de Siembra Directa (SSD) con un distanciamiento de 52 cm entre hileras. Sistema que también instaló cambios en la industria metalmecánica nacional. Una nueva era del cultivo se había iniciado.
Las demandas iniciales estaban relacionadas con, las fechas de siembra, ciclo vegetativo, antecedentes de rindes de los híbridos, densidad de semilla a la siembra, plantas aconsejadas/ha a cosecha, híbridos sugeridos, resistencia al daño de pájaros y producción de forraje.
De la evaluación del comportamiento diferencial de híbridos, en nuestro ambiente regional, de dos proyectos: Nacional (con un promedio de siembra de 50 híbridos por año en los lotes experimentales del Inta Las Breñas) y Regional: ensayos de macro parcelas son sembrados en campo de productores, a partir de la campaña 2012/2013 se dispone con materiales, que por su estabilidad de rendimiento permiten sugerir la siembra en las provincias de Chaco, Santa Fe, Santiago del Estero, y Formosa. Se continúa evaluando genotipos con el propósito de incorporar nuevos híbridos a las recomendaciones de siembra.
En el encuentro Red Regional de Sorgo, realizado en el INTA Las Breñas en 2013, se consensuaron las cuestiones básicas y estratégicas a tener en cuenta, al momento de planificar la siembra del cultivo, entre ellas:
A modo de ejemplo se puede decir que las decisiones inician desde la elección del lote, definir la rotación, preparación del lote, elección de fecha de la siembra y el cultivar a sembrar, densidad de siembra.
Rotaciones aconsejadas. Las rotaciones consisten en alternar la siembra de distintos cultivos en un mismo lote. Esta técnica tiene varios objetivos:
El sorgo al ser un cultivo primavero-estival, dispone de un amplio periodo de siembra en la región, ofrece varias opciones en un esquema de rotaciones. Dentro de planteos de agricultura continua, la siembra directa se convierte en el sistema que permite contribuir a la sustentabilidad de los sistemas, manteniendo o mejorando la condición físicoquímica del suelo y estabilizando los rendimientos de los cultivos. Este sistema evita la remoción de suelo. Si a esta práctica le sumamos la rotaciones, logramos darle sustentabilidad al sistema de siembra directa.
La inclusión del sorgo, en una secuencia de cultivos, otorga importantes beneficios a la rotación, debido al volumen de rastrojo que aporta, tanto en forma aérea como subterránea, y su menor tasa de descomposición (dado por la relación carbono/nitrógeno).
Otros aspectos a considerar son, por un lado, la contribución al balance de materia orgánica y, por otro, conservando los rastrojos en superficie, mejora la utilización del agua (disminuye la pérdida por evaporación); dando un mayor incremento a la infiltración.
Algunos ejemplos de rotación para nuestra región: sorgo – soja; sorgo- algodón; sorgo - soja – maíz; trigo/soja - sorgo – soja; pastura - sorgo - soja - maíz – soja
Siembras de Primera: esto ocurre cuando el suelo se encuentra en el rango de los 12-14°C a profundidad de siembra. Ese momento se da en la primera quincena de septiembre, pasado el riesgo de heladas en la región. Después continúa la actividad, sembrando otro cultivo.
Siembras de Segunda. El sorgo se siembra a continuación de la cosecha de un cultivo de invierno o de primavera. Normalmente el lote está disponible en diciembre a enero. Ejemplo: En esta práctica, se espera la cosecha de girasol o soja y después se siembra el sorgo.
Épocas de Siembra. También son momentos de siembra, con la diferencia que están referidas a la fecha de implantación del lote. En este concepto no se tiene en cuenta el cultivo antecesor.
Para el caso del sorgo existen cuatro épocas de siembras, bien diferenciadas para la región:
Pregón Agropecuario