La revalorización de los mercados de Córdoba

l gobierno municipal de la Ciudad de Córdoba resignifica sus mercados de alimentos. El proyecto apunta a valorizar los antiguos centros de abastecimiento minorista de La Docta, integrándolos en un paseo cultural y gastronómico con acento en la identidad local.

Según los especialistas, durante la pospandemia los seres humanos buscarán conectar con experiencias “reales y honestas”. El Gobierno de Córdoba lo entendió muy bien y busca capitalizar escenarios locales que puedan constituir puntos de encuentro en un futuro cercano sin COVID-19.

La Ciudad de Córdoba tiene una interesante tradición de mercados gastronómicos, registrando hasta ocho a lo largo de su historia. En este sentido, estos espacios no solo proveen de alimentos de calidad, sino que también suelen ser puntos de encuentro para los habitantes de la zona, viajeros, curiosos, sibaritas y entusiastas de la historia.

Además de una escenografía maravillosa, los mercados gastronómicos tienen un índice de sustentabilidad turística valioso respecto de otros espacios urbanos, ya que gracias a su tipología y diseño pueden tolerar un alto volumen de circulación sin causar deterioros.

Revalorización

El paisaje de la ciudad mediterránea se vio transformado en pocos días. Durante la primera etapa de intervención en el Mercado Norte, se realizó el ensanchamiento de veredas y una reorganización de áreas de descarga. También se instalaron macetones de colores marcando las peatonales, murales alusivos al barrio, parasoles, mesas para almorzar o tomar café sobre la calle, y un tramo del adoquín original recuperado. El plan de revalorización también incluye la apertura del centro de abastos en el barrio Alberdi, y su conversión en un polo de alimentos orgánicos.

Desde el gobierno municipal resaltan que el objetivo excluyente de esta propuesta es fortalecer el atractivo de los mercados e insertarlos en el circuito turístico de la Ciudad. “Gracias a que se pudo coordinar con los distintos sectores, ahora estamos sentados al sol. La idea fue recuperar un ícono urbano y que los cordobeses se apropien del espacio”, indica Miguel Siciliano, secretario de Gobierno a cargo de las obras.

“Este mercado siempre funcionó muy bien, solo necesitaba un poco de color, pero acá empezamos un proceso de recuperación para generar un distrito o corredor que unirá los Mercados Sud y Norte, pasando por el Paseo del Cuarteto hasta la Costanera, donde también iniciamos una tarea de puesta en valor. Esto se concreta gracias a un intendente con voluntad de hacer”, destaca el funcionario.

Un patrimonio histórico

En 1972, el Mercado Norte fue declarado Monumento Histórico Provincial. Veintinueve años después, en 2001, renovó sus instalaciones. Finalmente, en 2014 se iluminaron las fachadas, entre otras obras destinadas a potenciar el patrimonio.

Ubicado a tres cuadras del Río Suquía, el Mercado Norte está inmerso en un mar de comercios cuya cartelería apenas deja ver las pequeñas joyas de la arquitectura residencial que sigue en pie. Esta nave de estilo clásico fue inaugurada hacia 1928 en el predio antes conocido como Plaza Marchena, que luego fue rebautizada como Plaza España. El diseño es obra de los arquitectos Hortal y Godoy, quienes pensaron una estructura de gran volumen con aires neo manieristas, cornisas de orden clásico y escudos decorativos en sus cuatro fachadas.

Actualmente, el mercado aloja a 142 puestos que conviven en una estratégica armonía de rubros, como verdulerías, dietéticas, hueverías, vinerías, pollerías, embutidos, carnicerías, pescaderías y panaderías. A éstos se les suman una variedad de puntos de comidas, entre los que se destacan cafeterías, la cocina siria de Diran y la marisquería Fazzio, muy demandadas cada mediodía.

Para cocineros y foodies, los pasillos son una travesía por los sabores del territorio provincial, que ofrece mucho más que lomitos, alfajores y fernet. En los últimos tiempos llegaron al mercado bodegas de alta gama, productores de bebidas destiladas –imperdible el gin con toques de peperina–, y cocinas de vanguardia con platos de la carta local –hongos serranos, hierbas y especies del monte; quesos delicados, como el de cabra y el brie; ahumados, aceites e ingredientes como una refinada polenta blanca de Colonia Caroya, ideal para acompañar con codeguines.