Frutas y verduras en el Chaco, el objetivo que los productores están dispuestos a alcanzar

os efectos que irá dejando la pandemia mundial del Covid-19 en el mundo, y particularmente en América Latina, son altamente negativos y de fuerte impacto en la población. En este contexto se sabe que el Chaco tiene un interesante consumo de frutas y hortalizas, pero es necesario advertir que el 76% de estos productos llega de otras provincias.

Alina Ruiz, en el norte, comenzó temprano en la mañana a cortar perejil, orégano y también rúcula. En el sur, Juan Alegre anduvo casi de madrugada bajo el frío intenso mirando su quinta porque le espera el mercado local, que cada día tiene más demanda.

Sebastián Álvarez en Las Breñas prepara un nuevo lote para la siembra de hortalizas de la época, y Luigi Lupi está en plena cosecha de pimientos en su invernadero al norte de Quitilipi.

Esta es, en parte, la fotografía de un sector productivo que, en pequeñas parcelas de tierra, mueve a la economía y trata de alimentar sanamente a los chaqueños.

“Acá lo que se hace, se vende todo. Y nos falta”, dice, y muestra ejemplos de ello, como la siembra de perejil, recula, acelga, zapallitos diversos, remolacha, verdeo. Pero también produce limones “de buena calidad y se vende todo, y esto está demostrando que nos falta infraestructura, que nos den algún crédito, no queremos subsidio, no queremos regalos, sino herramientas para trabajar”.

En esta quinta, de un total de 6 hectáreas, producen también pollos camperos, como también ponedoras para huevos de consumo, y quieren avanzar en la cría de cerdos. “Es para sobrevivir, pero todo se vende, no tiene techo, lo vemos a diario”, cuenta.

Una alternativa en aumento, dice Alina Ruiz

“Lo vemos ahora a diario y gracias a Dios es así, en nuestro caso mandan desde la localidad de Miraflores a comprar y nos hacen los pedidos por teléfono. Se está valorando mucho más lo local, productor frutas y hortalizas es una alternativa en aumento y eso nos da señales claras de que esta es la senda”, cuenta Alina Ruiz, de Colonia El 44. lote 338, Castelli.

De la mano de su padre, “Paquito” Ruiz, la familia le dedica todo su tiempo a la producción frutihortícola, con muy buenos resultados, a pesar de que el clima muchas veces no acompaña esta tendencia.

“Si nos dan herramientas, alimentamos al Chaco”

Sebastián Álvarez, de la zona de Las Breñas no duda en decir que “solo nos faltan herramientas” para producir más. El joven emprendedor apunta fuerte a la producción hortícola y considera que la actividad puede avanzar de manera notable en la provincia. “Aquí en Las Breñas hay mercado, y lo que producimos no alcanza, la gente busca productos frescos”, asegura.

En primera persona, Juan Alegre

Juan Alegre tiene su quinta en la zona de Villa Angela, por la ex Ruta Nacional 95, camino de tierra. Junto con sus hermanos, hace 18 años se dedican al cultivo de hortalizas. Son ex algodoneros que no pusieron sostener su actividad en forma de monocultivo y emprendieron esta tarea, con mucho esfuerzo y dedicación.

Infraestructura y organizar el mercado

¿Cuáles son las razones que impiden el desarrollo de una actividad que tiene mercado local?: infraestructura; organización del mercado; compromiso de los productores e interrelación del sector público y privado.

En definitiva, y ante situaciones como la actual, producto de una pandemia que afecta a nivel mundial, y que en economías como las de Chaco influye seriamente, los productores piensan en que estas adversidades son oportunidades que se presentan y no deben ser desaprovechadas.

Las principales conclusiones obtenidas con productores y técnicos, además de emprendedores gastronómicos del Chaco, se resumen en estos puntos:

Es necesario asegurar la comercialización, y en un principio, para que la provincia crezca en producción, pensamos que, en el Ministerio de Producción, podría dar alguna herramienta, contacto, u organización, para lograr que la producción de verduras de la provincia, se venda sin problemas.

Dicen productores de la zona de Machagai que “es muy útil la capacitación, y la ayuda a la hora de vender la producción. Porque si no se puede vender el negocio deja de ser viable, pero vemos que hay demanda, nos falta organización”

Con esta situación, los productores “debemos trabajar para poner sobre la mesa la importancia de la producción de Fruta y verduras en nuestra provincia”, dicen.

“No solo falta financiamiento, es necesario crear el “clima” de negocios que sirvan de plataforma, desde Capital de trabajo y capacitación, hasta comercialización y avanzar en el desarrollo de un auténtico Cluster”, dicen los productores y técnicos. El chaco tiene un potencial insospechado para horticultura y fruticultura”.

“No todo es maíz, soja, algodón, alfalfa, girasol... Nuestro Chaco es muy rico, y la horticultura es más rentable que cualquier otro cultivo”, dice Juan Alegre.

“Debemos distinguir a los productos de origen chaqueño y por otro lado, promover el consumo de frutas y verduras es una necesidad imperiosa”, recomienda Exequiel Rodríguez”.

Aseguran que hay un potencial de 76% para conquistar en el Chaco

La mayoría de los productos hortícolas que se consumen en el Chaco son traídos de otras provincias. La oferta local abastece solo el 24% del total de la demanda anual de dichos productos. Estos datos surgen de consultas privadas realizadas por la Mesa de Frutihorticultura del Grupo Agroperfiles en base a datos de los productores y a información que tiene como fuente a empresarios del sector supermercados de distintos puntos del interior del Chaco, como Sáenz Peña, Castelli, Las Breñas, Charata y Villa Angela y otras localidades.

Hay datos que afirman que la provincia de Corrientes es la gran proveedora de hortalizas del Chaco, gracias al desarrollo de la cuenca tomatera bajo cubierta, al mercado de Corrientes y a la cercanía a Resistencia.

El tractor verde

El ingenio y la creatividad, ante la falta de recursos, se muestran en la quinta de los Alegre: lograron armar un tractor de uso múltiple para marcar, arrastrar herramientas y hasta para utilizarlo en las tareas impensadas de la huerta. Le colocaron un motor de una motocicleta 150cc y lo armaron con cajas de cambio de una vieja pick up. Las ruedas son de un viejo Chevy, pero es de mucha utilidad.

“Nos hace falta una camioneta usada, seria de mucha utilidad para nosotros y se me ocurre la idea que el gobierno que tienen tantos vehículos dados de baja y en vez de hacer remates los pueda entregar a los productores como nosotros que tanto las necesitamos”, dice Juan.

“Este tractorcito está armado con retazos, con herramientas de caballos, de moto, de auto y de camionetas viejas”.

Diario Norte