aracterizando la región, Lee dijo que Kentucky se ubica en el sureste de Estados Unidos y es dónde se detuvo el avance de los glaciares, por ello presenta un relieve accidentado, tiene numerosos valles y está atravesado por varios ríos. La siembra directa comenzó en 1962 para la producción comercial de granos y ello llevó al ajuste de las máquinas sembradoras, los procesos productivos y la tecnología. Frente a ese desafío, la Universidad de Kentucky comenzó a trabajar junto con los productores.
En Kentucky tienen un esquema de rotaciones similares a Argentina, siembran trigo/soja, maíz y soja. La siembra directa les ha permitido reducir la erosión en estos campos ondulados y mantener los niveles de materia orgánica “La calidad de suelos es tan importante como producir granos”, afirmó. Uno de los principales objetivos que se plantearon en la región es proteger la calidad del agua y tener los ríos limpios, y ahí es donde entran a jugar los cultivos de cubierta (CC). El especialista explicó que los CC permitían “atrapar” en nitrógeno (N) que queda en el suelo. Pero cuando el precio del fertilizante bajó, los productores ya no necesitaban incorporar CC para rescatar N. No obstante, era importante mejorar la mejorar la infiltración en suelos poco profundos. Para este caso, el centeno es excelente por la capacidad de sus raíces en explorar el perfil hasta los 46 cm aproximadamente, y lo hacen después de soja. Un tema clave que mencionó Lee es momento de secar el CC y explicó que hay varios factores.
Uno depende principalmente de las condiciones hídricas de cada campaña. En años más secos, el crecimiento se interrumpe varios días antes, y en condiciones de mayor humedad lo hacen previo a la siembra del próximo cultivo. El otro, y también relacionado al anterior, es el gran volumen de cobertura y humedad que propicia el problema de enfermedades, babosas y roedores que terminan comprometiendo el número de plantas logradas en maíz. Pero en términos generales, un punto de equilibro son dos semanas antes del cultivo siguiente. Respecto a la fertilización, el investigador dijo que para los cultivos de cosecha (maíz blanco) utilizan dosis agronómicas óptimas. En cuanto a la estrategia de aplicación de nitrógeno, aclaró que puede haber gran inmovilización por el gran volumen de rastrojo si se pone todo a la siembra, y requerirá dosis más altas para no impactar negativamente en el rendimiento de maíz. Con lo cual, es más conveniente hacer aplicaciones divididas, una parte en la siembra y otra en V4 a V6, pero las cuestiones operativas muchas veces no lo permiten. El disertante norteamericano destacó distintas líneas de investigación que están llevando adelante en la Universidad de Kentucky, a fin de ver la mejor estrategia de ubicación del fertilizante, el fungicida y los granos, para no reducir el stand de plantas de maíz. En cuanto a las especies que están investigando como CC, Lee mencionó al trigo, cebada y centeno, que son los que utilizan los productores por ser los menos costosos, destacando a este último por su efecto positivo que ejercen las raíces en el suelo. También están estudiando leguminosas cómo tréboles, solos o consociados con centeno. El próximo paso de poder determinar, cual es la relación Carbono/Nitrógeno en diferentes planteos. Como reflexión, Lee dijo “hay que ayudar a los productores a pagar por eso, dado que los márgenes son más acotados”, refiriéndose a los cultivos de servicios. Para cerrar, Chad Lee, que ha visitado nuestro país en varias oportunidades, destacó “Los suelos de argentina son impresionantes. Me hubiera encantado estar en persona en este Congreso, y espero que cuando esto pase poder visitarlos”.
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