l mercado de carnes alternativas no para de crecer en China. La elaboración de productos con proteínas vegetales creció más de un 30% en los últimos seis años, y atrae a empresas líderes en EE.UU. La competencia en el mercado entre las gigantes norteamericanas y los “rivales domésticos” especializados en los gustos locales de la República Popular.
La producción de carnes sin proteínas cárnicas en China evidenció un crecimiento del 33,5% desde 2014, hasta alcanzar un valor de U$S9.700 millones en 2019. En este sentido, los especialistas se animan a vaticinar un valor de U$S11.900 millones para 2023. Este éxito contundente despertó el interés de las compañías norteamericanas de producción de carnes de base vegetal como Beyond Meat e Impossible Foods, las mayores productoras del mundo con presencia en el mercado chino, que deben enfrentar una dura competencia con las compañías líderes a nivel local.
En esta línea, Impossible Foods ha definido al mercado chino como el eje de su expansión en el exterior en los próximos años: ha establecido una planta productora en Shanghái, y se apresta a comercializar sus productos a través de una cadena de restaurantes y empresas minoristas ubicadas en toda China continental.
Un elemento fundamental del auge de las carnes alternativas en China es el aumento del 30% en el precio de las proteínas cárnicas durante el último año, gracias al efecto combinado de la “fiebre porcina” y del conflicto “comercial” con Estados Unidos.
Por otro lado, las empresas chinas de carne vegetal se orientan a los gustos y preferencias en la República Popular, donde el consumo de carne asciende a 57 kilogramos anuales per cápita, y más de tres cuartas partes corresponden a la carne porcina.
Estos productos también están presentes en plataformas chinas como Alibaba y Tencent, volviéndose accesibles para las generaciones más “tecnológicas”. Las hamburguesas con proteínas vegetales crecen en el segmento joven –entre 18 y 29 años–: la clase media china de 440 millones de integrantes, con ingresos comparables a los norteamericanos (U$S35.000/U$S45.000 anuales), comparte los gustos de sus congéneres estadounidenses por las comidas veganas, y por los centros especializados de las grandes ciudades como Beijing y Shanghái.