iene por objeto intensificar los esfuerzos para garantizar que los alimentos que consumimos sean inocuos. Cada año, casi una de cada diez personas en el mundo (se calcula que cerca de 600 millones) enferman y 420.000 mueren tras comer alimentos contaminados por bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas. Los alimentos nocivos impiden además el desarrollo de muchas economías de ingresos bajos y medios, que pierden alrededor de 95.000 millones de dólares EEUU anuales en productividad a causa de las enfermedades, la discapacidad y la muerte prematura de trabajadores.
El tema del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos de 2019 es que la inocuidad alimentaria es un asunto de todos. La inocuidad de los alimentos contribuye a la seguridad alimentaria, la salud de la población, la prosperidad económica, la agricultura, el acceso a los mercados, el turismo y al desarrollo sostenible.
“Tanto si es agricultor, proveedor agrícola, procesador de alimentos, transportista, comerciante o consumidor, la inocuidad de los alimentos es asunto suyo”, aseguró el Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva. “No hay seguridad alimentaria sin inocuidad alimentaria”, dijo.
“Los alimentos nocivos matan a unas 420 000 personas cada año. Estas muertes son totalmente evitables”, señaló por su parte Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “El Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos –añadió- es una oportunidad única para sensibilizar a los gobiernos, productores, manipuladores y consumidores sobre los peligros de los alimentos insalubres. Desde la explotación agrícola hasta la mesa, todos tenemos un papel que desempeñar para lograr que los alimentos sean inocuos”.
Los alimentos inocuos permiten una ingesta adecuada de nutrientes y contribuyen a una vida saludable. La producción de alimentos inocuos apoya la sostenibilidad, al mejorar el acceso a los mercados y la productividad, lo que impulsa el desarrollo económico y la mitigación de la pobreza, en especial en las zonas rurales.
Para lograr la inocuidad alimentaria, es fundamental tomar medidas adecuadas a lo largo de la cadena de suministro de alimentos, desde los agricultores hasta los consumidores, así como contar con una buena gobernanza y reglamentaciones.
La FAO y la OMS han creado una nueva guía para explicar cómo todos pueden participar. La guía incluye cinco pasos para lograr cambios de forma sostenida en la inocuidad de los alimentos:
El Entre Rios