Monitorear los comederos es clave en la producción de leche

a fórmula para la producción de leche es clara: a mayor consumo de alimento, mayor producción de leche. La alimentación es uno de los gastos más importantes en el tambo, por lo que, de acuerdo a la ingeniera agrónoma Marina Maekawa, del INTA Trenque Lauquen, hay que tratar de usarlos lo mejor posible.

En ese sentido, señaló: “La lectura de comederos nos ayuda a darnos cuenta si se están alimentando bien nuestras vacas y si estamos usando el alimento en forma eficiente”.

Según la agrónoma, la lectura debe hacerse todos los días a la mañana, después que las vacas hayan comido, siempre a la misma hora. “Recorremos todos los comederos y anotamos como quedó el comedero después que estuvieron las vacas”, puntualizó.

“Antes de realizar algún cambio en la cantidad de alimento que dejamos en los comederos debemos tener al menos tres días de una misma lectura para cambiar la cantidad ofrecida; es decir, si durante tres días seguidos encontramos el comedero totalmente lamido, las vacas seguramente se están quedando con hambre, por lo que deberíamos aumentar la cantidad de comida ofrecida”, especificó.

En esa línea, añadió: “También nos puede pasar que vengamos con varios días anotando los comederos con el número uno, que sería lo ideal, y de repente un día el comedero está con la mitad de la comida”.

En este punto en particular, Maekawa  explicó que “se debería suministrar la misma cantidad que el día anterior, pero hay que prestar atención los días siguientes. Puede ser que haya llovido, el alimento esté ardido y no lo quieran comer, o que el día anterior se haya dado más concentrado de lo normal y estén con alguna molestia ruminal; por eso hay que monitorear los días siguientes”.

“Una correcta lectura de comedero sirve para conocer y controlar las variaciones de consumo, pero también para ver si los comederos están limpios o si algún ingrediente tiene hongos, por ejemplo. Monitorear es clave para lograr eficiencia en el uso de los alimentos”, concluyó.