ara comenzar a hablar de CS, el Ing. Agr. Guillermo Rivetti (Socio Aapresid Regional Del Campillo) partió de la definición básica, entendido como un cultivo implantado en forma temporaria con fines ecosistémicos. Rivetti explicó que el sudoeste de la provincia de Córdoba se caracteriza por un relieve ondulado, con un excesivo drenaje por su textura arenosa y suelos con capacidad de uso IV. Dijo que uno de los desafíos que enfrenta la región son las napas superficiales y la erosión eólica e hídrica. Y agregó, “los productores tenían la necesidad de atender la degradación de los suelos y elevar los rendimientos de los cultivos que no estaban llegando al máximo de su potencial”. Con la experiencia aprendieron que, de la mano de los CS, podían controlar la erosión. “Comparando un mismo sitio el mismo día, redujimos el 100% de la erosión eólica (tan importante para evitar la voladora de rastrojos) y más del 80% la erosión hídrica”, subrayó.
Según puntualizó, también mejoraron la fijación de carbono, reduciendo las emisiones de CO2. “Las gramíneas aportaron 1500 a 6000 kg de materia seca (MS) y 2000 a 6500 kg de MS las leguminosas, donde el volumen de raíces influye muchísimo”, manifestó. Y siguió “Aumentamos la fertilidad de los suelos por el ciclado de nutrientes, incrementamos el nitrógeno por la captura de las leguminosas, y subió el porcentaje de materia orgánica joven. Además, observamos una disminución de la temperatura superficial”. Otra ventaja que destacó el Ingeniero es el control de malezas. “Logramos controlar yuyo colorado, y con vicia minimizamos la población de rama negra casi al 100%”, aseveró. También evidenciaron una mejora en la captación de agua por el aumento de la macroporosidad. “En 3 años pasamos de 28,6mm/h a 63mm/h”, indicó. Además, los CS impiden que las napas suban a la superficie. Yéndonos a la provincia de Buenos Aires, el Ing. Agr. Ignacio Alzueta (Socio Aapresid Regional Bragado- Chivilcoy) comentó que, dentro de la misma región, hay suelos muy distintos con diferentes gradientes y potencialidad productiva. Al igual que en el sudoeste de Córdoba, Alzueta dijo que en la Regional veían que había rendimientos que no estaban alcanzando y se estaban degradando los suelos. Eso los llevo a pensar en CS previo al maíz y a la soja de 1° para cubrir el bache invernal. Tras 6 años de experiencia con CS, el Ingeniero dijo que las mezclas es lo óptimo, porque cada especie aporta lo suyo. “Este tiempo fue de mucho aprendizaje.
Al principio gastábamos mucho porque usábamos demasiadas semillas, además había mucha competencia entre plantas, pero después bajamos la densidad”. También les ha dado muy buen resultado adelantar la siembra de CS y hacerla con avión sobre cultivo vivo. Inocular la vicia o la arveja es clave para producir más materia seca, fundamentalmente en los lotes que no tienen historia de leguminosas, y remarcó “Pasamos de 7,4 ton/ha a 9,6 ton/ha de materia seca”. Con resultados concretos, el socio de Aapresid dijo “Aumentamos el rendimiento de maíz a más de 1000 kg/ha cuando el antecesor es vicia villosa”. Y agregó, “Logramos subir el stock de carbono en el 5 y 6to año”. Concordando con Rivetti, Alzueta subrayó que la intensificación reduce la incidencia de malezas y el uso de herbicidas. “Para el control de yuyo colorado en maíz gastamos 50 U$S/ha menos”, puntualizó. Continuando en la provincia de Bs. As., pero en otra región agroecológica, el Ing. Agr. Martin Liggera (Socio Aapresid Regional América) explicó que el control de rama negra y la supresión de napas eran las principales problemáticas que motivó a la Regional a sumarse a la Red de CS. “Al principio, al trabajar con mezclas de especies y semillas de distinto peso, se complicaba lograr una buena implantación. Le encontramos la vuelta, mejoramos el coeficiente de logro”, advirtió. También entendieron que debían rolar la vicia cuando es antecesor de maíz. En soja no hay problema, ésta se puede sembrar directamente sobre el CS verde y significa un ahorro. Concordando con los beneficios enunciados anteriormente, el Ingeniero agregó “Cambiamos el chip, comenzamos a pensar en la sustentabilidad del recurso suelo. Los CS hay que manejarlos como un cultivo de renta y hay que fertilizar para un mayor rendimiento de materia seca. En ese sentido estamos haciendo reposición de fósforo”. “Los cultivos de servicio vinieron para quedarse dentro de la rotación y es el camino para una agricultura siempre verde”, concluyó.
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