l descenso gradual de la demanda y de la producción de crudo están poniendo fin a 12 meses de buena salud en el mercado de fletes de los petroleros, con ingresos por debajo del umbral de rentabilidad, que hacen prever tiempos difíciles para el sector en el corto plazo, según un análisis publicado por BIMCO. Solo China mantiene la demanda con importaciones récord de crudo, aprovechando los bajos precios.
La Administración de Información Energética de EE.UU. (EIA) estima que la demanda mundial de petróleo en 2020 caerá en 8,1 millones de barriles diarios (Mbd). Según BIMCO, aunque la estimación es ligeramente más optimista que la de mayo, cuando pronosticó una caída de 8,3 Mbd. Este descenso pone fin a seis años de crecimiento de la demanda y es poco probable que en 2021 vuelva a los niveles de 2019.
Inmediatamente después del inicio de la crisis del COVID-19, los niveles de fletes de petroleros experimentaron un impulso. La reducción de la actividad económica y un aumento de la producción dio lugar a la caída del precio del crudo y a un aumento significativo de la demanda de transporte y de buques para almacenamiento a flote, lo que llevó los fletes spot de petroleros a niveles récord, que no se veían desde los años 80.
Sin embargo, la menor demanda, especialmente del sector aéreo, unida a la reducción del consumo están afectando al sector, lo que se espera que se prolongue durante al menos 15 meses.
Según BIMCO, a pesar de la menor demanda de petróleo, muchos países han aumentado notablemente sus importaciones respecto del 2019 por la bajada de precio del crudo. Entre abril y julio de 2020, las importaciones chinas de petróleo crudo crecieron un 17,2% con respecto al 2019, lo que supuso un total de 94 cargas adicionales de VLCC respecto al mismo período del año anterior. La caída del precio puede apreciarse claramente en que, a pesar de un aumento interanual de las importaciones chinas de crudo del 12,1% en términos de volumen, éstas han caído un 23,7% en valor.
Las elevadas importaciones de China afectan también a la eficiencia de la flota global, ya que están provocando retrasos en los puertos y en las operaciones en general, limitando el número de buques disponibles y sosteniendo indirectamente los fletes.
Según BIMCO, gran parte del petróleo procedente de este aumento de las importaciones está destinado a aumentar el stock ya sea en forma de crudo o en forma de productos tras haber pasado por las refinerías. De hecho, el refinado de crudo en China alcanzó en julio su nivel histórico más alto, con 59,6 Mt y los volúmenes acumulados interanuales aumentaron un 2,3% en los primeros siete meses del 2020.
La flexibilización de las restricciones al transporte y la movilidad pueden suponer una recuperación de la demanda, pero, según la EIA, seguirá en 2021 en niveles inferiores a los de 2019. Los principales productores de petróleo deberán encontrar un equilibrio entre el aumento de la producción y la lenta recuperación de la demanda.
La OPEP+ (Organización de países exportadores de petróleo ampliada a otras diez naciones, la mayor de la cuales es Rusia) ha aumentado su producción en 2 Mbd hasta los 9,7 Mbd. Sin embargo, el bajo precio del crudo está evitando que se recupere la producción en otros países como EE.UU., cuyos 10,7 Mbd registrados en agosto están bastante por debajo de los 13,1 Mbd alcanzados en marzo.
El Estrecho Digital