Desde 2009, más de 250 estudiantes de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) viajaron a las provincias de San Luis y Misiones para compartir una semana de trabajo junto a familias campesinas, en el marco de la materia Agroecosistemas campesinos. Además de motivar la realización de proyectos de investigación participativa, así como tesis de grado y posgrado, en 2016 esta experiencia posibilitó que un referente de una de las organizaciones que nuclean a esos pequeños productores viajara a la Ciudad de Buenos Aires para dialogar sobre sus problemáticas en la Facultad.
“La materia permite que estudiantes realicen viajes para conocer las realidades campesinas en diferentes lugares del país, valorizando los conocimientos locales”, dijo Damián Vega, profesor de Agroecosistemas campesinos. Además, afirmó que el equipo docente se propone fortalecer los lazos entre la universidad pública y el sector campesino de nuestro país.
Juan Duarte, integrante de Productores Independientes de Piray (PIP), de Misiones, representó a la organización campesina que visitó la FAUBA en 2016 para exponer sus modos de producción, el valor de la interacción con la universidad (a partir de los viajes de estudio) y los problemas que enfrentan ante el avance de otros sistemas productivos. Esta organización nuclea a 60 familias, con pequeñas producciones de mandioca, aves, miel, peces y cultivos anuales, principalmente destinados al autoconsumo.
“La visita de los estudiantes nos sirve mucho: ellos se llevan algo y, en algunos casos, vuelven a las comunidades. Muchos de los que trabajan con nosotros son graduados universitarios y su asistencia e investigaciones son herramientas fundamentales para los productores. Sabemos que si en algún momento les toca ocupar roles de gestión o de técnicos ya conocen nuestra realidad”, dijo en un encuentro previo en la semana de la VII Jornada de Extensión, donde se dieron a conocer otras experiencias de la FAUBA en diferentes territorios. Además, Juan también tuvo la chance de compartir su experiencia en una clase de la materia Agroecología de la FAUBA, que se lleva a cabo antes al viaje.
Juan hizo hincapié en los problemas que afronta la comunidad en relación a las tierras y a las producciones vecinas: “Hace años nuestra organización viene sufriendo las consecuencias de convivir con el monocultivo de pinos de una empresa multinacional que posee más del 7% de la superficie de Misiones. En Puerto Piray más del 60% de la tierra está en posesión de la empresa”.
Desde el 2006, PIP lucha por el derecho a la tierra para la producción de alimentos y advierte sobre los efectos en la salud de las fumigaciones que se realizan cerca de sus viviendas. “Nuestros campos tienen una extensión de 70 metros desde la ruta, por 20 o 30 metros. Esto implica no sólo un límite espacial a nuestras actividades sino que también estamos al lado de plantaciones de monocultivo de pino”, describió el productor, y añadió que la cercanía con la que se hacen las fumigaciones de agroquímicos (“detrás de las casas, literalmente”) afecta a la salud de su población.
En 2011, estos productores lograron que su lucha se hiciera pública y en 2013 se aprobó una ley de expropiación de 600 hectáreas a esta empresa. La normativa establece que las tierras pertenecen a la cooperativa PIP y que su manejo debe ser comunitario. Hasta el día de la fecha, la compra de las tierras no se efectuó y los vecinos no han podido hacer uso de las mismas.
En el marco de la materia Agroecosistemas campesinos, el viaje involucra clases previas y posteriores y, una vez en la comunidad campesina, una reunión con extensionistas de instituciones públicas como la Secretaría de Agricultura Familiar y el INTA, junto a la organización que los recibe, donde se discuten las problemáticas de la región y se planifica el trabajo de campo. Luego, los alumnos se alojan en las casas de las familias. Junto a ellas participan de actividades productivas, realizan tareas acordadas con los extensionistas y relevan datos que luego son utilizados para la formulación y ejecución de proyectos.
“Estos viajes son experiencias imperdibles que te muestran una realidad que está invisibilizada desde los medios y muchas veces también en gran parte de la Facultad”, dijo Julián Monkes, estudiante de Ciencias Ambientales de la FAUBA, quien viajó a San Luis y Misiones para participar de la materia.
“Por un lado podemos conocer cómo viven y cultivan, cómo se relacionan con la tierra y cooperan entre vecinos para llevar adelante sus reclamos, mejorar sus condiciones de producción y comercialización. Desde lo humano, todas las personas que viajaron destacan la calidez con que los recibieron”.
Según Vega, “el diálogo de saberes pone en valor y legitima los conocimientos locales de los campesinos e indígenas, y forma parte de uno de los principios de la agroecología”.
SLT-FAUBA