De acuerdo a diversas investigaciones que se vienen realizando a nivel mundial, se puede observar un incremento en el consumo de quinoa, como consecuencia de las bondades que ofrece éste grano relacionado principalmente con una alimentación sana y saludable. Estas interesantes perspectivas, llevó a que varios de los países productores incrementaran la superficie de dicho cultivo, y de esa manera lograr satisfacer el incremento en la demanda. Como principales productores y exportadores en América del Sur y a nivel mundial, se destacan Perú y Bolivia. Este cultivo también se encuentra presente en el noroeste de Argentina, aunque el desarrollo del mismo no alcanza los valores de sus países vecinos. La superficie destinada al mismo se concentra principalmente en las provincias de Jujuy y Salta, con características distintas en los sistemas productivos de una y otra provincia.
En el caso de Jujuy, la mayor parte de los productores son pequeños emprendimientos familiares, en su mayoría con baja tecnología que en algunos casos proviene de saberes ancestrales. La mayor parte de lo producido es destinado al autoconsumo.
Diferente es la situación de la provincia de Salta, donde existen un gran número de productores que cuentan con cierta infraestructura y organización, que los vuelve un poco más competitivo para poder insertarse en un mercado donde no sólo demanda el grano como tal, sino que también requieren de un valor agregado al mismo. Partiendo de estas realidades, y mediante un análisis de tipo cualitativo y descriptivo, se propuso evaluar la competitividad del cultivo de quinoa en el noroeste argentino. Para ello se realizó una comparación de la competitividad alcanzada por Argentina en relación a la lograda por Bolivia y Perú. El logro de los resultados pudo ser posible haciendo uso de herramientas de benchmarking y del Diamante de Competitividad de M. Porter, tanto en la producción como en la comercialización de Argentina en comparación con Bolivia y Perú. A partir de dicho análisis y, ante una demanda mundial insatisfecha, tanto Perú como Bolivia muestran indicadores de competitividad que destacan su permanencia y crecimiento en sus participaciones, lo que les permitió satisfacer la demanda; en tanto que Argentina, aun cuando cuenta con ventajas competitivas en relación a las condiciones agroecológicas para la producción, muestra un crecimiento muy lento en relación a las volúmenes producidos y la calidad y variedad de los granos.
En el corto plazo, Argentina podría satisfacer la demanda interna, pero le resultaría complicado hacerlo con la externa. Se hace necesario fortalecer el apoyo al sector mediante políticas de Estado dirigidas tanto a productores como a organizaciones del medio, en las distintas etapas de la cadena, pudiéndose tomar como referencia lo realizado por Perú y Bolivia.
Ruranet