l pacú es una especies que prefiere los frutos y las semillas que caen al agua (fructívoro) y, ocasionalmente, come peces pequeños e insectos. Debido a lo variado de su dieta en el medio natural, en cultivo acepta diversos alimentos artificiales, incluso el alimento balanceado. Alcanza la madurez sexual al segundo año de edad, con un peso que varía entre 2 a 3 kg y su reproducción es periódica, es decir en una temporada del año. Desafortunadamente, sus poblaciones se encuentran hoy muy disminuidas y los tamaños de los ejemplares capturados son cada vez más chicos. Entre las razones que pueden señalarse, se encuentran la sobrepesca, la deforestación y las construcciones civiles en los ríos.
La principal característica que presentan los peces, es la de no poder regular su temperatura corporal, por ello, se los denomina poiquilotermos. Esto determina que su temperatura sea igual a la del ambiente que los rodea y, en casos de temperaturas extremas, su metabolismo se ve afectado. Por lo tanto, en épocas
que su temperatura sea igual a la del ambiente que los rodea y, en casos de temperaturas extremas, su metabolismo se ve afectado. Por lo tanto, en épocas donde las temperaturas son bajas (invierno) no se debe trasladar o hacer muestreos. Se recomienda siempre, antes de alimentar, llevar registros de temperatura y verificar si están dentro del rango térmico óptimo. En días nublados o con lluvia y/o tormenta no se recomienda alimentar, debido a que existe una relación directa en las condiciones del agua, algas, sol y metabolismo de los peces.
Los muestreos o manejos de los peces no se deben hacer en época de invierno o de bajas temperaturas, días de temperaturas muy elevadas o nublados. Si se realizase en estas condiciones podría llevar a la muerte de todos los ejemplares. Las tareas de ajuste de biomasa o muestreos se deben programar con anterioridad y no alimentar el día anterior. El rango óptimo de temperatura del agua para el cultivo del pacú se sitúa ente los 24 y los 28 °C. Por debajo de 20 ºC dejan de comer y, por encima de 30 ºC, ingieren menos alimento balanceado debido a que el oxígeno disuelto en el agua está relacionado con el metabolismo. Por debajo de 11 ºC comienzan las mortandades.
Evitar el contacto directo de la mano con los peces, para impedir lesiones en la piel. Se recomienda la utilización guantes de textiles suaves.
La ictiohematología puede ser definida, en términos generales, como una disciplina que estudia la sangre de los peces; sin embargo, en términos prácticos, estudia las células sanguíneas morfológica, bioquímica y funcionalmente, así como también los órganos hematopoyéticos, las enfermedades y cualquier fenómeno o patología que relacione las células y/o sus órganos productores.
Los componentes fluidos y formes de la sangre de los peces suelen variar siguiendo patrones filogenéticos y ecológicos, en particular sus hábitos tróficos y modos de vida. En la práctica, la acuicultura intensiva requiere del control de situaciones de estrés y/o enfermedad, a fin de asegurar la salud de los peces. En este caso el estudio de los valores hematológicos asume importancia como medio auxiliar de diagnóstico. Por su parte, en poblaciones naturales de peces, el conocimiento de tales valores hace posible interpretar respuestas fisiológicas del organismo ante la degradación o el cambio ambiental.
La mejor manera de mantener a los peces sanos es prevenir las enfermedades. Para ello las recomendaciones generales son:
Las enfermedades que pueden presentarse en los peces, se agrupan en los siguientes tipos: enfermedades parasitarias, bacterianas, micóticas, virales y las producidas por trastornos nutricionales.
La Hematología de peces tiene importancia en el manejo sanitario de las poblaciones naturales y manejo nutricional en cautiverio, al permitir evaluar la interacción entre los nutrientes y la presencia de tóxicos. También los patógenos y sustancias contaminantes producen alteraciones que se reflejan en algún grado de inmunosupresión y cambios en la sangre de los organismos. Las variaciones de parámetros hematológicos como el hematocrito, la concentración de hemoglobina, el recuento de leucocitos y la fórmula leucocitaria, pueden ser utilizadas como indicadores de contaminación y como indicadores fisiológicos de disfunción orgánica por estrés.
La concentración de O2 tiene influencia directa en la eritropoyesis, ya que la hipoxia produce como respuesta aguda la liberación de eritrocitos por contracción del bazo, causando aumento de eritrocitos inmaduros como los policromatófilos en la circulación por otra parte, el estrés crónico produce leucopenia con linfopenia y monocitopenia.
Las técnicas hematológicas se convierten en una herramienta diagnóstica y un apoyo en el estudio de diferentes aspectos de cultivo y la biología de las diferentes especies de peces, proveen información acerca de valores ya establecidos, así como cambios en las características del agua y estados de polución a los que son sometido. Pero antes de que los parámetros sanguíneos de una especie sean empleados para evaluar sus variaciones fisiológicas, deben establecerse los índices de referencia y realizar estudios paralelos en poblaciones impactadas y no impactadas de la misma especie, de ahí la importancia en realizar análisis hematológicos detallados de las condiciones de cultivo propias de cada explotación.
Es así que la falta de diagnóstico y pronóstico de alteraciones fisiológicas y/o patológicas causadas por los cambios ambientales y las prácticas realizadas, alteran los parámetros productivos y económicos, tablas de referencia inexistentes que permitan indicar variaciones y establecer medidas profilácticas o tratamientos acordes con cada situación dentro de una explotación piscícola.
Un examen hematológico comprendería: la determinación de la concentración de hemoglobina, el porcentaje de hematocrito, el cálculo de los índices hematológicos (VCM y HCM), los conteos totales y diferenciales de los diferentes grupos celulares y la morfología de estos. Sin embargo, la identificación de células en los peces presenta dificultades dadas las características propias de cada grupo celular, por esta razón las técnicas de frotis y tinción sanguíneos deben ser adaptadas a estas, dado que los peces carecen de cavidad medular dentro de sus huesos, en la que no se encuentran separadas las células precursoras y las maduras.
Abc.com