n un mundo que demanda cada vez más alimentos producidos en las condiciones más inocuas posibles y con el menor impacto de agroquímicos, contar con información precisa sobre cómo se cultivó un determinado alimento y qué productos se utilizaron para protegerlo de plagas, malezas y enfermedades es fundamental.
Esa es la premisa bajo la que nació Agtrace, un software que permite hacer un control de gestión y trazabilidad de los defensivos agrícolas y que emite alertas si detecta que un determinado alimento incumple con las normativas de Límites Máximos de Residuos (LMR) de fitosanitarios del país de destino.
Hasta el momento, la plataforma solo permitía hacer esta evaluación para mercados de la Unión Europea. A partir de este mes, sumó uno fundamental para la agroindustria argentina por su vinculación comercial: Brasil.
"Hemos habilitado Brasil para lo que es cebada, arvejas, trigo y poroto", precisó Adrián Poletti, fundador y CEO de Agtrace. Además de estos cultivos, cabe recordar que el sistema también permite hacer evaluaciones para otros como garbanzo, soja, maíz, girasol, arroz y chía. En total, son 11 los cultivos que se pueden analizar.
El próximo paso, adelantó Poletti, es que el software se habilite también para todos los países que se rigen bajo los estándares de seguridad y sanidad alimentaria que establece el Codex. "La mayoría de los países de Latinoamérica, del norte de África y del sur de Asia usan ese código internacional", señaló.
En los meses siguientes, el objetivo es incorporar a China, Estados Unidos, Canadá y otras naciones que cuenten con un código alimentario propio y tengan relevancia económica para las exportaciones argentinas.
Según Poletti, una de las grandes ventajas que trae que el sistema ahora sea multidestino es que, además de las alertas sobre productos que eventualmente tengan un nivel de fitosanitarios no permitido en el país de destino, también sugerirá a dónde es mejor enviar la mercadería en función de los LMR.
"Hasta ahora, la plataforma te decía solo si podías mandarlo o no a Europa. Ahora va a recomendar cuál es el mejor mercado para hacer la operación. Quizás no puede ir a un determinado país, pero sí a algún otro que se rija bajo el Codex y tenga otro tipo de regulaciones", explicó Poletti.
Y agregó: "La ventaja para una empresa es que le permite ser más eficiente; puede ordenar los lotes en función del tratamiento con fitosanitarios que recibieron, agrupando los que puedan ir a un destino por un lado, y los que puedan destinarse a otro mercado, por el otro".
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