Desde hace varios años, los frigoríficos de Córdoba han optado por la dualidad en la conformación de los servicios que prestan. Fue a partir de esta decisión que cerdos y bovinos comparten en muchos establecimientos las playas de faena, en horarios diferentes.
Lo que arrancó siendo una alternativa de baja escala para diversificar la participación mayoritaria que tenían los vacunos, fue adquiriendo otra dimensión en los últimos tiempos. Al punto de haberse inclinado la balanza a favor de los porcinos, que pasaron a dominar la escena dentro de la industria.
Es que, en los últimos dos años, y de la mano de un crecimiento en el consumo que coincide además con una retracción de la demanda bovina, el cerdo comenzó a tener más actividad en los frigoríficos y a relegar en número a las categorías vacunas.
En 2010, ya la provincia tenía 22 plantas frigoríficas que hacían faena porcina. Según datos de la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne de Córdoba (Afic), ese año se sacrificaron 365 mil cabezas; el año pasado, el nivel de actividad en la misma cantidad de establecimientos alcanzó el récord de 1,11 millones de cerdos. Representa un aumento del 204 por ciento.
Este crecimiento demuestra una fuerte reconversión en la industria, que históricamente estuvo destinada a la carne bovina. De los frigoríficos de la provincia con habilitación nacional y provincial, sólo 30 por ciento son exclusivamente “vacunos”. El resto incorporó el cerdo como negocio.
El arranque del año muestra con más fuerza esta tendencia. Entre enero y febrero, se faenaron en Córdoba 178.528 cerdos, lo que significó un aumento del 3,7 por ciento respecto del primer bimestre del año anterior. El crecimiento porcino se contrapone con el declive de la actividad vacuna, cuya faena interanual cayó 12,51 por ciento en los primeros dos meses del año.
En términos de la relación entre ambas especies ganaderas, la brecha 2021 ya es del 21 por ciento, muy por arriba del 2,78 por ciento registrado en el bimestre del año pasado.
Con el menor nivel de actividad que muestra la faena bovina, el crecimiento del cerdo permitió a los frigoríficos “duales” mantener la estructura y el personal.
“Córdoba está aprovechando, además, el menor costo que significa faenar cerca de los criaderos y transportar carne en lugar de cerdos. Es por ello que en el primer bimestre del año la faena de cerdos en la provincia creció tres por ciento, contra el uno por ciento que lo hizo a nivel nacional”, observó Daniel Urcía, director ejecutivo de Afic.
Sin ser determinantes a la hora de proyectar el futuro para las dos carnes, desde la industria sostienen que, más allá de la coyuntura, las perspectivas son buenas para ambas. El crecimiento de la exportación puede ser la opción para mejorar los indicadores productivos, en un escenario de márgenes muy acotados.
Al respecto, el Gobierno nacional admitió que seguirá monitoreando de cerca la evolución de los precios de la carne vacuna al consumidor, a partir de la firmeza que tienen las cotizaciones de la hacienda. Así lo adelantó el ministro de Agricultura de la Nación, Luis Basterra, durante su visita a Marcos Juárez, donde asistió a la presentación de una nueva maquinaria agrícola.
“El mercado está caliente. La habilidad que deberíamos tener es lograr que los buenos precios de la hacienda permitan buenas exportaciones, pero que a la vez posibiliten a la población acceder a la carne. Hasta ahora, el acuerdo de precios está permitiendo fijar valores de referencia para cortes populares”, sostuvo el ministro.
La idea que tiene el Gobierno es trabajar para renovar al menos hasta las elecciones el convenio con los exportadores, que tiene un impacto mínimo en el consumo.
Agrovoz