Gustavo Holgado mete una cuña de alto vuelo en el esquema de rotación de cultivos en la provincia. El asesor propone que entre el maíz y la soja los productores prueben con fabricar combustible para avión.
¿Cómo dijo?
Si; como lo leyó. Hay un grano dando vueltas entre las ofertas de cultivos alternativos capaz de ser transformado con destino de biocombustible para aeronaves. Se llama camelina, es una oleaginosa de invierno y el profesional dijo que funciona como opción en lugares donde el trigo no suele descollar.
Y al que no le gusten los aviones les ofrece una opción que lo lleva a uno por debajo del agua, ya que el fruto en cuestión, al ser potente en omega III, lo compran en grandes cantidades los acuicultores chilenos con el fin de dar de comer a sus cardúmenes.
Tras un ciclo de granos gruesos que no termina como se quería, con rindes maiceros de 3.000 kilos en Gualeguaychú o 5.000 en Gualeguay, fruto de la seca, y sojas enrolladas que se venden a 2.500 pesos para alimentos de animales, el experto contó que muchos pueden ensayar el desquite con la casi desconocida camelina.
“Hay que pensar en lo que viene. En trigo o en alguna otra alternativa que sume nuevos jugadores a la rotación, salir de lo tradicional. La camelina es una buena opción” definió y continuó: “Esas alternativas van bien en la ventana entre maíz y soja, permite tener el suelo cubierto y rinde”.
De su propia experiencia aportó que el año pasado la sembró en lotes de Caseros y San Antonio y que en general lo colmó el resultado, pero, como autocrítica, le faltó ajustar la fecha de siembra, que termina el 15 de mayo. “Nos rindió algo menos, esta vez vamos a poner atención en no implantar tarde”.
Al trazar horizontes puso en valor que “uno aspira a que rinda el 50% de un lote de trigo, es decir deberíamos pretender 1.500 kilos de camelina donde la media triguera es de 3.000”.
En su opinión este “nuevo jugador” funciona en toda la provincia, él sabe de productores motivados para sumarse en la zona sur, además de La Paz y Villaguay. “La zona de siembra es amplia, cambian las variedades: más primaverales para Entre Ríos e invernales en Buenos Aires”.
El cultivo es de ciclo muy corto y ofrece, además de la cobertura, la opción de sumar luego otro grano de segunda en el esquema de rotación. Especificó que es noble, no tiene problemas de enfermedades y tampoco de malezas; es una planta que hace roseta, cubre fácil y no tiene plagas que la perjudiquen.
En ese andar de promover su implantación dejó saber que la planta no se abre a la cosecha, “lo que ayuda cuando hay mucho viento o lluvias fuertes”. En definitiva, hay que planificar con un experto al lado para evaluar el plan de manejo integral que incluye la preparación del suelo, como cualquier otra opción disponible para producir granos.
Puso en valor que los requerimientos nutricionales son similares al trigo, pero tiene alto contenido de omega III, “es importante sumar azufre, para ayudar a la proteína” precisó.
Al momento de hablar de dinero, Holgado dejó una punta de la que pueden tirar los interesados: una empresa de Pergamino compra camelina por contrato, en realidad hacen un canje, y pagan la diferencia a valor soja Chicago.
“Es un cultivo que cierra muy bien económicamente, se adapta bien a la provincia y es hermano de la colza” resumió.
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