Dos profesionales pertenecientes al Ministerio de Agricultura, Pecuária e Abastecimento de Brasil están recorriendo fincas de diferentes departamentos para evaluar la marcha del programa de lucha contra Lobesia botrana. El objetivo es que se lleven una buena impresión y den su veredicto favorable a la habilitación del ingreso de uva de mesa al vecino país sin necesidad de que este producto deba tener un tratamiento previo con bromuro de metilo.
Izabela Mendez Carvalho y Tiago Rodrigo Lohmann estuvieron en fincas ubicadas en Zonda, Ullum, Caucete, 25 de Mayo, Albardón, Angaco y Carpintería. En esos lugares, pudieron observar cómo es el sistema de trampas instaladas en las propiedades, ya sea del Sistema de Medidas Integradas (SMI) como de la red oficial.
Durante cada jornada a campo, se mostró la trazabilidad y transparencia en los sistemas de monitoreo. Se mostraron las trampas, su distribución, cómo son las capturas en San Juan y cómo llevan los registros los productores en sus fincas. También consultaron sobre el recambio de pisos en las trampas, la inscripción de productores, aplicaciones preventivas, entre otros temas de interés para los visitantes.
Por otra parte, se hizo hincapié en el apoyo económico que el Gobierno de San Juan y de Nación da a los productores ofreciéndoles los insumos y fiscalizando su aplicación.
En la recorrida participaron el director regional Cuyo de SENASA, Méd. Vet. Sergio Rossi y el Coordinador de Protección Vegetal, Carlos Bontcheff.
Por parte del Ministerio de Producción, estuvieron presentes el director de Sanidad Vegetal, Animal y Alimentos, ingeniero Diego Molina y el director de Asuntos Vitivinícolas, ingeniero Fioravante Da Rold.
Estos profesionales agrónomos se trasladarán a Mendoza para hacer una visita similar y volverán a Brasil para hacer su informe mostrando su conformidad o señalando los puntos en los que se debe trabajar para que se acepte el Programa de Lucha contra Lobesia botrana. En caso de que se apruebe este protocolo, el paso siguiente es hacer una evaluación en relación a la plaga Brevipalpus chilensis. Para eso se toman muestras de uva y se analizan en laboratorio para determinar que estén libres. Con estos dos objetivos alcanzados, la uva podría ingresar sin bromurar a Brasil.