Con la brújula puesta en Guaminí, provincia de Buenos Aires, se concretó la segunda jornada virtual a campo, de este año, organizada por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina en el establecimiento y cabaña Santa Elena, ubicado cerca de las Lagunas Encadenadas.
La bienvenida estuvo a cargo del propietario de la empresa, ingeniero agrónomo Ricardo Comisso, quien recordó que el establecimiento pertenece a la familia desde el año 1900, su abuelo fue el primer propietario. El campo hoy suma más de 2.000 has y la principal responsabilidad en el manejo del establecimiento la comparte con su hijo, Federico, quien representa la 4ta generación.
“Se trata de una explotación que evolucionó a través de los años, y concentra sus actividades en la agricultura y la ganadería”, explica el propietario.
La explotación tiene 60 por ciento de actitud ganadera y 40 por ciento agrícola “donde tratamos de obtener la mayor productividad posible y de la manera más simple que se pueda”, recalca.
El establecimiento está repartido en cuatro unidades productivas que requieren un manejo y consideraciones diferentes.
La actividad de la empresa agropecuaria familiar se diversifica con una cabaña de Aberdeen Angus, colorado creada en 1995 y, fue producto de la evolución de la calidad racial que se logró con los rodeos de vacunos de la raza.
“La cabaña surgió como una necesidad de abastecernos de animales que se adapten al ambiente y a las condiciones de producción que la empresa necesita”, recalca el productor.
Por su parte, el médico veterinario Horacio Verger, director del Centro Regional Buenos Aires sur del Inta, explicó que la segunda jornada organizada por el IPCVA, junto el organismo tecnológico, “constituye una oportunidad de interacción e intercambio, que busca recordar la esencia de las viejas jornadas a campo que generaron la posibilidad de encuentros para intercambiar ideas y la suma de tecnologías y prácticas de producción”.
Grigera Naón: “Esperemos que próximamente podamos dejar esta virtualidad y volver a las reuniones presenciales”.
“El INTA y el IPCVA tienen una interacción de muchos años que genera la posibilidad de poner en juego muchas tecnologías, prácticas y líneas de investigación que desarrolla el INTA, como la EEA Naredo que lleva adelante dos líneas de investigación con prácticas más sostenibles y que hagan que los sistemas de producción sean más sostenibles y amigables con el medio ambiente”, precisa Verger.
Para el veterinario esas prácticas deben contribuir a mejorar la fijación de carbono, reducir las emisiones y mitigar las emisiones de metano respecto del ambiente y los planteos que se hacen desde los mercados internacionales.
“Esta es una buena oportunidad para conocer y ver cómo funcionan las distintas prácticas y estrategias que llevan adelante en el establecimiento Santa Elena, en el que pone en juego las distintas tecnologías propuestas por el sector privado y el propio INTA. Esta es una jornada en la que podremos capitalizar mucho aprendizaje e interacción”, cierra el técnico.
A su turno el presidente del IPCVA, el Ing. Agr. Juan José Grigera Naón, tras dar la bienvenida a la nueva Jornada y a agradecer a su colega y propietario del establecimiento, Ricardo Comisso y a los investigadores del INTA, destaca que “uno de los principales objetivos de esta Jornada es mostrar cómo se logran mayores índices reproductivos”, cometa.
Respecto del sistema de producción de la empresa familiar el titular del IPCVA, resalta “que se trata de una producción de base sostenible, una de las demandas de la sociedad. También quiero destacar para nuestro país y, el resto del mundo la importancia que tienen los cultivos de servicio”.
Por último, Grigere Naón aboga por que “próximamente podamos dejar esta virtualidad y volver a las reuniones presenciales porque en este tipo de jornadas es esencial el contacto y el intercambio de impresiones para aprender y conocer más”.
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