uando pensamos en un mundo más sustentable lo primero que se nos viene a la mente es el desarrollo de las energías renovables. Ante esta realidad, el Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar (IPAF) Región NEA lleva adelante una prueba de validación de un sistema de destilado de agua que funciona mediante la incidencia de los rayos solares como tecnología apropiada para la remoción de sales en exceso y bacterias en solución en aguas para consumo humano. Además, este sistema es de bajo costo y se puede construir con materiales disponibles en la región.
El funcionamiento es el mismo que se utiliza para destilar agua mediante calor pero con una particularidad: la fuente calórica es el sol. Esta experiencia se valida con un destilador solar de caseta. El dispositivo cuenta con una bandeja que contiene agua, preferentemente de color negro por sus cualidades térmicas, así como una cubierta de material semitransparente.
“La iniciativa surge a partir del interés de validar esta tecnología en ambientes diferentes y con propósitos alternativos”, destacó el ingeniero Arauco Schifman, investigador de Agua y Cultivos Extensivos del IPAF Región NEA.
Son conocidos como destiladores de invernadero por la forma de su bandeja y por cómo atrapan el calor proveniente de la energía solar.
La bandeja tiene forma rectangular y escasa profundidad, contiene una lámina de agua con sales herméticamente cubierta con un vidrio o plástico transparente.
La radiación del sol atraviesa la superficie traslúcida y calienta el agua a temperaturas de hasta 600ºC y la evapora. Este vapor se condensa al tomar contacto con la superficie del vidrio o plástico, que se encuentra a bastante menor temperatura, y así, se forman pequeñas gotas que se deslizan por el plano inclinado hasta los canales recolectores. El agua condensada está desprovista de sales y microorganismos.
“El destilador se encuentra en etapa de prueba en nuestra región, pero ya fue probado en otras regiones tanto a nivel institucional como en hogares de familias productoras”, señala Schifman. Sobre el funcionamiento del sistema en el NEA, comenta: “Existen antecedentes de utilización de la tecnología presentada en ambientes áridos, donde las precipitaciones son escasas y limitan la cantidad y la calidad de opciones de abastecimiento de agua para la población”.
Si bien estos destiladores solares pueden adquirirse en el mercado, el INTA se ha puesto como objetivo validar tecnologías apropiadas por parte de los agricultores familiares con materiales disponibles en la zona y de bajo costo.
El destilador está en etapa evaluativa pero funcional en la región, tanto en su capacidad de destilado, medido en litros, como en su posibilidad de fabricación a bajo costo con los materiales disponibles en comercios del rubro y del propio agricultor.