Queremos llegar a los hogares con la carne alternativa del futuro: la ovina”, expresó Fernando Sáenz Valiente, dueño de la consignataria de hacienda bovina Sáenz Valiente Bullrich y Cía. S.A.
Para lograr tal objetivo consiguió asociarse a algunos colegas y emprender un proyecto propio, apartado del negocio de su consignataria, con el propósito de asegurar una amplia cadena de distribución entre carnicerías, abastecedores y supermercados. “Nos iniciamos en la faena de ovejas, capones, borregas y borregos gordos y nuestro objetivo es que el consumo de esta carne tenga el lugar que se merece”, dijo.
“Fue una idea que me surgió hace mucho tiempo, al ser presidente de la Asociación de Criadores de Hampshire y por tener una pasión, sobre todo en la producción de carnes. Estoy convencido de que la carne ovina es verdaderamente la carne del futuro, porque es una producción muy fácil de lograr tanto para productores grandes como chicos”, remarcó.
Para Sáenz Valiente cualquier productor puede lograr una explotación ovina rentable. “Al tener una cadena de carnicerías y clientes del mercado de tantos años es que nos sentamos a conversar con la comercializadora Morres, que cuenta con varias sucursales en el área metropolitana de Buenos Aires, y de hecho esa cadena será la primera en recibir nuestro Corderazo”, declaró.
La faena se inició esta semana y, a partir de ahora, esperan cumplir con las expectativas de los clientes. “Contemplamos también comprar animales livianos para invernar y engordar; vamos a armar toda la cadena para que el productor pueda tener la alternativa de vender su carne”, concluyó.
En 2020 la faena ovina registrada, según estadísticas oficiales, fue de 14.258 toneladas res con hueso, de las cuales se exportaron 4168 toneladas a Europa, Omán, China, Israel y Brasil, entre otros destinos. Se trata de una cifra ínfima si se la compara con la producción argentina de 3,16 millones de toneladas de carne vacuna lograda en 2020.
Bichos de Campo