Todo un reto. Después de muchos experimentos, los agricultores de esta granja en Putrajaya, la capital administrativa de Malasia, finalmente han sacado a la venta sus preciados frutos de lujo.
Su director y cofundador de esta exclusiva granja de melones,Seh Cheng, cuenta que "cada melón es casi una obra de arte". En estos sofisticados invernaderos, Seh y sus colegas cuidan escrupulosamente de los melones, les dan masajes con un paño o un guante porque dicen mejoran su sabor. Y les ponen música clásica porque creen que estimula su crecimiento.
Su cultivo en Malasia ha sido todo un desafío. Estos melones son de climas más templados. Aprendieron el proceso de cultivo del melón japonés visitando granjas japonesas. En su primera cosecha oficial se han vendido alrededor de 200 de los 400 melones que cultivaron.
En un evento, varios clientes pudieron acceder a la cosecha y seleccionar el melón de su preferencia y comprarlo. Su precio es de unos 40 dólares cada uno. El resto de su cosecha se ha vendido por Internet. Todo un reto y un éxito.
ABC