En una primera etapa se prohibirá la importación de principio activo y productos formulados a base de clorpirifos. Luego se prohibirá su elaboración en el país y por último su comercialización. "Se estima que todo el proceso abarcará poco más de un año pero ya está en marcha", manifestaron referentes del organismo sanitario.
El clorpirifos se utiliza en insecticidas para frutas, verduras, granos y jardín. Se trata de un insecticida órgano-fosforado de amplio espectro que controla por inhalación, contacto e ingestión. De acción translaminar en la planta y persistencia de acción media, se usa para el control de pulgón, isocas, orugas, gusanos cortadores, barrenador del brote, mosquita del sorgo, chinche, bicho canasto, arañuela roja, etc.
Sin embargo, la iniciativa del Senasa va en línea con la de muchas agencias regulatorias del mundo que están sometiendo a procesos de revisión de registro a este principio activo, dado que existen nuevos estudios referidos a la toxicología de esta sustancia.
Esta revisión generó nuevos resultados en el proceso del análisis de riesgo al consumidor, concluyendo que "es necesario restringir los usos aprobados a través de la prohibición del clorpirifos".
La intención del ente sanitario buscaría conjugar la protección de la salud de los consumidores y de los aplicadores del producto: y asegurar que las exportaciones de granos, vegetales y frutas argentinas no vayan a tener inconvenientes de rechazo en los países de destino, como por ejemplo la Unión Europea.
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