El sector agrícola de Japón enfrenta su peor momento. Ante el descenso poblacional y la migración a las ciudades, la Organización Nacional de Investigación Agrícola y Alimentaria (NARO) de Japón creó un robot recolector de frutas para compensar la falta de trabajadores en las zonas rurales.
Se trata de un robot completamente autónomo y diseñado en colaboración con la Universidad de Ritsumeikan y el fabricante de autopartes Denso Corp. El dispositivo fue pensado para trabajar con peras, cítricos y manzanas, frutas con formas fáciles de identificar.
Para sus creadores, es un verdadero logro de la Inteligencia Artificial. El robot está programado con imágenes de las frutas, lo que le permite reconocer las que están en condiciones de ser recolectadas en función de su madurez.
El robot se mueve entre los árboles a través de sensores. Utilizando dos brazos robóticos, la máquina selecciona las frutas mediante escáneres inteligentes, las recoge y las coloca en contenedores incorporados en sólo 11 segundos.
Una vez llenado el cajón, es automáticamente reemplazado por otro, evitando pérdidas de tiempo a la hora de recolectar.