La producción de electricidad de Sudáfrica cayó estrepitosamente durante el 2020. Para contrarrestar el déficit, el país agregó gradualmente energía eólica, solar fotovoltaica y solar de concentración (CSP) a su red de servicios públicos aumentando la capacidad instalada de energías verdes.
Según los expertos sudafricanos, se trata de una buena noticia teniendo en cuenta que la disponibilidad energética promedio de la empresa de servicios públicos Eskom se redujo considerablemente el año pasado. Esto obligó a la compañía a implementar un programa de racionamiento de energía en sus centrales eléctricas para gestionar la demanda.
En este marco de crisis energética, la situación llegó a su punto límite con 859 horas de reducción de carga y consecuentes apagones para los consumidores en todo el país. Para abordar el déficit, los especialistas en energía renovable utilizaron la energía solar y la distribuyeron a escala en los sectores comerciales e industriales.
En forma paralela, los expertos impulsan la colocación de sistemas solares en techos y cocheras particulares para ayudar a superar este déficit. Sudáfrica cuenta con grandes espacios y estacionamientos techados en almacenes, escuelas, universidades y granjas. Estos lugares son perfectamente aptos para albergar plantas fotovoltaicas capaces de producir un exceso de electricidad que puede inyectarse a la red por un costo razonable.
Para Sudáfrica, puede ser una vía rápida para aumentar su capacidad de generación energética con la inversión del sector privado, al tiempo que permitiría eliminar la carga de financiamiento estatal.