Si bien las nuevas variedades contribuirán a la mejora en los rindes y consolidación de la superficie, existen diversos problemas que amenazan a estos objetivos. Uno de ellos es el picudo del algodonero, que si bien esta campaña aún no se ha manifestado masivamente es causa de grandes pérdidas.
Es importante mencionar que esta plaga nos es la principal en el mundo algodonero. En países como China, India y Pakistán, este insecto no se encuentra presente y por lo tanto el desarrollo de biotecnología para control de la plaga fue escaso, ya que estos concentran gran parte del área algodonera en el mundo. Para el caso de E.E.U.U, el programa de erradicación les permitió suprimir la plaga y no precisar de biotecnologías para el control.
En este contexto, en el año 2009 el INTA firma un convenio de vinculación con las provincias algodoneras de Chaco, Santiago del Estero, Formosa y Santa Fe para buscar soluciones tecnológicas para la plaga.
En el marco de este acuerdo en 2018 se logró introducir con éxitos una construcción que expresa una secuencia de ARNi, (ácido ribonucleico interferente), complementaria a una que expresa el insecto en su intestino. El encuentro de ambas genera el silenciamiento de una función vital para el picudo y por lo tanto su muerte.
Durante esta campaña, las primeras plantas transgénicas fueron multiplicadas en invernáculo, para incrementar el volumen de semilla. Estas provienen de las trasformaciones realizadas en el Instituto de Genética de Castelar.
En la siguiente campaña se ampliará el incremento de semilla y se iniciarán los primeros ensayos de eficacia del evento transgénico.
Es importante destacar que este evento será introducido en las mejores variedades del INTA y se iniciarán los procesos para la desregulación del mismo. Este desafío marca una nueva meta para los equipos del INTA, generando el primer producto de estas características en el mundo.
El INTA no descansa, y los técnicos, en conversación hablan de innovaciones para los próximos años de marcada importancia para el algodón.
Otras variedades que estarán disponibles para los productores son aquellas con tolerancia a herbicidas de la familia de las imidazolinonas.
Este grupo de químico no fue utilizado en el cultivo del algodón y será una alternativa muy interesante para la rotación de productos. Permitirá que el algodón se pueda integrar o la rotación de otros cultivos tolerantes como sorgo, maíz y soja. También se podrá utilizar en los barbechos, asegurando bajar costos y llegar con el lote libre de malezas al momento de la siembra.
La incorporación de un nuevo herbicida también traerá como beneficio bajar el uso de otros y tener un mejor manejo integral de malezas.
En la imagen que se observa se puede observar una parcela experimental con una línea con base genética de Guazuncho y tres eventos (IMI+BG+RR).
El INTA ya hizo un ensayo de las variedades Guazuncho y tres eventos (IMI+BG+RR). Este material es inédito en el país, ya que no existen algodones con más de dos transformaciones y también el primer antecedente en el mundo, de uso de algodones IMI.
Se estima que para el aniversario de 100 años de la Estación Experimental del INTA en Sáenz Peña en 2023 se lanzará este nuevo material.
Diario Norte