La asociación civil rosarina “La Higuera”, que trabaja con las comunidades rurales del Impenetrable, es finalista en The Hope Initiative, un programa que premia el voluntariado en alimentación y desarrollo social con un aporte económico y la producción de un audiovisual.
El certamen es promocionado por Lemarc Agromond (LMA), una corporación dedicada a los alimentos con presencia en más de 20 ciudades. Esta iniciativa es un modo de apoyar a asociaciones y entidades sin fines de lucro que marcan una diferencia real para que las comunidades accedan a una alimentación sostenible y saludable.
The Hope Initiative premiará el proyecto más votado en las redes sociales con un documental sobre estos esfuerzos y un aporte de US$ 10.000 para impulsar sus actividades. Hay tiempo para votar hasta fines de abril.
La Higuera es una asociación civil nacida en 2003 en la ciudad de Rosario, que surgió con la idea de brindar atención integral en salud, alimentación y nutrición a niños, niñas y familias en lugares aislados del país. A partir de las experiencias de un grupo de pediatras itinerantes, la ONG decidió asentarse en el Impenetrable Chaqueño, una de las regiones más pobres del país sin acceso a la atención básica, donde crearon “La Casa de la Salud Rural” en el Paraje Las Hacheras y desarrollan el Programa de Salud Rural Comunitaria y el Centro Nutricional y Desarrollo Materno infantil.
Desde allí, profesionales, residentes y voluntarios asisten en salud, educación y promoción de oficios a más de 4.000 familias de etnias criollas, wichis y qom originarias en Las Hacheras y otros 35 parajes aledaños.
“Atendemos una multicausalidad de problemáticas sociales donde se entrecruzan lo sanitario con lo alimentario y la nutrición de los adultos y niños, que limitan su aprendizaje y su inserción laboral”, comentó el médico nutricionista y docente Nicolás Nocino, miembro de La Higuera.
“Intentamos promover un cambio sistémico por medio del aprovechamiento sustentable de la tierra, de la agroecología, la educación y los oficios. Entendemos que el desarrollo local es el motor de la economía y la promoción social”, aseguró Nocino.
La ONG está ternada junto a Guardianes de la Noche, una iniciativa de voluntariado en Santos, San Pablo en Brasil, que alimenta a las personas sin hogar y Food Rescuers JLM de Jerusalén en Israel que busca reducir el desperdicio y suministrar alimentos a los necesitados. La definición será a través de los votos del público en las páginas de Facebook, Twitter y LinkedIn de LMC.
Desde La Higuera aseguran que acceder a este premio sería un gran impulso para sus iniciativas ya que la entidad no recibe fondos del Estado y se financia a través de programas de mecenazgo, padrinazgo y aportes de privados.“El proyecto que está compitiendo apunta a multiplicar el impacto social que de alguna forma ya alcanzamos. Trabajamos con un enfoque integral, atacando problemáticas de desnutrición, educación y formación laboral junto a la comunidad para que identifiquen sus causas y actúen en las soluciones. A veces requiere cierta guía pero se busca que después esas iniciativas sigan solas desde la comunidad”, aseguró Nocino.
Todo comenzó cuando un grupo de pediatras del hospital Vilela que, gracias al Dr. Gustavo Ferrugia, comenzaron a viajar a lugares aislados del país y deciden establecerse en el impenetrable.
Allí abren la Casa de la Salud Rural, que hoy cuenta con un plantel fijo de trabajadores que viven en el paraje y ofician de caseros y cuidadores de la huerta. El resto del equipo son profesionales y voluntarios de la salud de las áreas de medicina, nutrición, trabajo social, psicología. El equipo realiza controles sanitarios y, con la anuencia del Ministerio de Salud provincial, va itinerando y hace ecografías, control y abordaje de enfermedades.
“En el año pueden llegar a rotar 100 profesionales. En el centro nutricional abordamos la parte educativa, en buenos hábitos de salud, alimentarios y las capacitaciones en oficios que nos permitió desarrollar una escuela de apicultura donde producimos miel orgánica que comercializamos en Rosario”, explicó el profesional.
También producen alimentos agroecológicos a través del proyecto de chacra y huerta que abastece al merendero donde asisten cerca de 100 niños por semana.
Además, crearon una radio comunitaria desde dónde intentan promover educación para la salud y buenos hábitos como salud sexual reproductiva, nutrición, cuestiones de infectología y prevención de enfermedades.
Las escuelas de apicultura, chacra, huerta y cocina permiten que los pobladores aprendan y desarrollen preparaciones para la venta de productos en ferias autogestionadas, así como para proveer alimentos a familias en situación de vulnerabilidad.
“Esperamos que la población disponga de alimentos sanos y de calidad para aquellos que por la situación económica no pueden adquirir”, sostuvo Nocino.
Durante el año pasado, la ONG siguió sus actividades a través de permisos de circulación especial que permitieron que voluntarios y profesionales puedan seguir asistiendo de manera integral y brindando capacitaciones en oficios.
Este año esperan abrir cursos de electricidad, reparación de aires acondicionados, soldaduras e informática, aunque muchas de las problemáticas de estas poblaciones abarcan cuestiones de profundidad como falta de acceso a agua potable, energía eléctrica, telefonía, cloacas y provisión de alimentos para el consumo humano y animal.
Agrofy News