La poda de un árbol frutal tiene como propósito lograr estructuras que permitan su entrada en producción en el menor plazo posible, para obtener cosechas regulares todos los años y producir máxima calidad y cantidad de fruta.Para lograr estos objetivos, es necesario que el podador conozca los órganos vegetativos y fructíferos de los frutales, su evolución y desarrollo, para saber qué suprimir, además de interpretar los posibles resultados obtenidos en la poda.
Para aprender y despejar dudas, el Ingeniero Agrónomo Sergio Ziaurriz, de la Agencia de Extensión Rural de INTA, de Villa Regina.Al realizar esta práctica en árboles frutales es fundamental poseer el conocimiento y la técnica que cada variedad necesita.
Se debe realizar sabiendo las características del monte frutal-pie, variedad y sistema de conducción elegido, para que no tenga consecuencias desfavorables sobre la estructura del árbol y sobre la producción futura.El árbol frutal, como todo ser vivo pasa por una etapa juvenil, una de pleno rendimiento y otra de vejez; y, en cada etapa, se debe interpretar sus necesidades.“El podador al seleccionar ramas de estructura realiza en la planta, una operación de cirugía en la que ´el conocimiento de la técnica´ es imprescindible, para garantizar la calidad del trabajo final”, dice Sergio Ziaurriz.
Según Ziaurriz, esta práctica en los árboles frutales facilita el acceso al árbol para realizar tareas de cosecha, raleo, tratamientos sanitarios, entre otros. Asimismo, mejora la intercepción y distribución de la luz en el árbol, incidiendo directamente en la formación de estructuras fructíferas y flores, cuajado, desarrollo y calidad final de los frutos.
El fruticultor debe tener en cuenta que la ´forma´ siempre debe ser piramidal. Las ramas más largas abajo, y acortadas progresivamente hacia arriba, para permitir una buena captación y distribución de la luz en el interior.En las espalderas, la altura de las plantas no debe sobrepasar la distancia del inter filar -es decir - la calle. “Un ejemplo 4 m de calle y 4 m de altura. En montes libres, los 5 m de altura son considerados limitantes para una eficiente aplicación de productos”, explica el profesional. Y agrega: “Hay que dejar espacio entre las ramas estructurales, no menores de 60 a 70 cm. Es importante esta distribución de las ramas, tanto en los alambres de la espaldera o en el eje central, como en los puntales en los montes libres”.
La mejor fruta se obtiene sobre estructuras fructíferas (dardos, brindillas y ramas cargadoras) jóvenes y fuertes. Esto se consigue con renovaciones permanentes del material vegetal y con buena iluminación.
La poda en manzanos dependiendo de cada variedad:
Se debe dejar las brindillas sin despunte hasta que estén endardadas, y luego de que fructifiquen despuntar en invierno. Esta tarea es importante en la variedad Williams, por la exigencia de calibre en la fruta. Después de 4 o 5 años de producción, hay que renovar eliminando por completo la rama cargadora.En la variedad de pera Williams, la fruta se produce tanto en estructuras fructíferas cortas como en brindillas más largas. La mejor calidad se logra en estructuras ubicadas sobre madera de dos o más años.
En general, en los perales, aquellos crecimientos bien ubicados no deben podarse por ejemplo ramas de un año que crecen lateralmente, así se preparan para producir flores. Una vez lograda esta situación deben acortarse a la mitad para obtener fructificación sobre una rama firme que pueda soportar la fruta.
“Es muy común ver un exceso de crecimiento vegetativo, brotes erectos, denominados comúnmente chupones, en las partes altas del árbol y laterales bien iluminados. En estos casos es necesaria la intervención de poda en invierno, y en primavera-verano, con el objetivo de eliminar estos crecimientos innecesarios y permitir una entrada de luz a las partes bajas e interiores del árbol”, concluye el experto.
* La poda rigurosa produce salida de brotes vigorosos en perjuicio de la producción
* En árboles jóvenes no conviene hacer despuntes; sí raleo de ramas para conducir el árbol de acuerdo con el sistema elegido. Las leyes de la poda nacen de las leyes naturales de la circulación, dirección y distribución de la savia. Se debe tener en cuenta que la savia circula rápida y muy abundante en las ramas verticales; y, en menor cantidad y más lenta estando horizontalmente.Por ese motivo, las ramas verticales son más vigorosas y desarrollan menos puntos de fructificación que las acostadas.
* Dardos: son ramas muy pequeñas de 2 a 3 cm. Tienen yema triangular o puntiaguda de madera en el extremo. Se transforman en lamburdas en dos o tres años. No se podan por su naturaleza tan pequeña y por la cantidad.
Rio Negro