El objetivo es que se brinden productos sanos y que se mantengan e incrementen la fertilidad de los suelos y la diversidad biológica. Además, que se conserven los recursos hídricos y presente o intensifiquen los ciclos biológicos del suelo para suministrar los nutrientes destinados a la vida vegetal y animal. Así proporcionando a los sistemas naturales, cultivos vegetales y al ganado condiciones tales que les permitan expresar las características básicas de su comportamiento innato, cubriendo las necesidades fisiológicas y ecológicas.
La aprobación es a través de un sistema de certificación que las garantice. Existen requisitos específicos para certificar la producción orgánica de la mayoría de los cultivos, animales, cría de peces, cría de abejas, actividades forestales y cosecha de productos silvestres.
Según FAO2 (La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), la agricultura orgánica es un sistema de producción que trata de utilizar al máximo los recursos del campo, dándole énfasis a la fertilidad del suelo y la actividad biológica, al mismo tiempo que minimiza el uso de los recursos no renovables y al no utilizar agroquímicos para proteger el medio ambiente y la salud humana.
¿Qué es un producto o alimento agroecológico? La agroecología se basa en aplicar conceptos y principios ecológicos con el fin de optimizar las interacciones entre las plantas, los animales, los seres humanos y el medio ambiente, teniendo en cuenta, al mismo tiempo, los aspectos sociales que deben abordarse para lograr un sistema alimentario justo y sostenible. Mediante la creación de sinergias, la agroecología puede apoyar la producción de alimentos y la seguridad alimentaria y la nutrición a la vez que restaura los servicios ecosistémicos y la biodiversidad que son esenciales para una agricultura sostenible. Puede asimismo desempeñar una función importante en el fomento de la resiliencia y la adaptación al cambio climático.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), las prácticas agroecológicas permiten el desarrollo sustentable de la agricultura, el avance hacia sistemas alimentarios inclusivos y eficientes, y promueve la protección de los recursos naturales; generando de esta forma un círculo virtuoso entre la producción de alimentos saludables y la protección de los recursos naturales.
Agricultura orgánica: La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) afirma que " la agricultura orgánica es un sistema de gestión de producción integral que promueve y mejora la salud del agro- ecosistema, incluida la biodiversidad, ciclos biológicos y actividad biológica del suelo”. No permite el uso de agroquímicos (pesticidas artificiales, reguladores del crecimiento y fertilizantes solubles sintéticos). No utiliza organismos genéticamente modificados (es decir, plantas, animales o microorganismos en los que el material genético ha sido manipulado). Enfatiza el uso de la diversidad y la rotación de cultivos y ganado, mejorando el suelo y reciclando materiales y energía.
Ganadería orgánica: consiste en desarrollar una relación armónica entre la tierra, las plantas y el ganado, y en respetar las necesidades fisiológicas y de comportamiento de los animales. Ello se obtiene mediante una combinación de medidas destinadas a proporcionar piensos de buena calidad producidos orgánicamente, mantener densidades de ganado apropiadas, aplicar sistemas ganaderos adecuados a las necesidades de comportamiento, y adoptar prácticas de manejo pecuario que minimicen el estrés y busquen favorecer la salud y el bienestar de los animales, prevenir las enfermedades, y evitar el uso de medicamentos veterinarios químicos alopáticos (incluyendo los antibióticos).
Todo alimento que se vende como orgánico debe estar certificado, en la Argentina depende del SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria)
No hay evidencia concluyente de que los alimentos orgánicos tengan diferencias en el contenido de nutrientes con respecto a los convencionales. No se utilizan pesticidas sintéticos ni fertilizantes minerales en la producción orgánica. No se encontraron residuos de pesticidas significativos en la orina de individuos tanto adultos como en niños preescolares.
Si bien diversas revisiones mostraron resultados favorables en varias patologías, incluida la incidencia reducida de síndrome metabólico, sobrepeso, obesidad, linfoma no Hodgkin, cáncer mama en mujer menopáusica, infertilidad en hombres, sensibilización alérgica, otitis media, pérdida de embarazo, preeclampsia, la evidencia actual no permite una conclusión definitiva sobre los beneficios de la ingesta de alimentos orgánicos en la salud.
Es importante destacar que el consumo de alimentos orgánicos, en general, está asociado a una alimentación más saludable con índices más bajos de sobrepeso y obesidad, que probablemente influyen en los resultados de los trabajos de investigación.
El Litoral