Con sede en el municipio bonaerense de General las Heras, La Julia Organics es una empresa con más de veinte años de trayectoria, que produce carne vacuna orgánica certificada argentina con animales que se alimentan de pasturas naturales libres de agroquímicos y antiparasitarios. La compañía maneja un rodeo de mil cabezas, principalmente de la raza Angus colorado, que se cría en alrededor de 36 meses con un ritmo de engorde de 0,5 kilos diarios. Además de venderle a restaurantes y particulares, exporta sus productos a diferentes partes del mundo.
Fue fundada por Fernando Bianchi, quien en 1994 se mudó a la localidad en compañía de su mujer, Valerie Bate. Tras adquirir un campo de 240 hectáreas, puso manos a la obra para ponerlo a punto, ya que se encontraba abandonado, sobre pastoreado y con las instalaciones deterioradas.
Si bien el hombre había estudiado administración agropecuaria, no sabía nada sobre ganadería. Así que se contactó con un conocido, con quien comenzó con una producción convencional. Al poco tiempo, compró una jaula de vacas Cría Último Ternero (CUT) y reconstruyó por completo el predio. Sin embargo, el cambio hacia un manejo más sustentable se produjo gracias a un regalo.
Bianchi recibió como obsequio un libro de ganadería sostenible que lo hizo replantearse su actividad productiva. Más adelante, dialogó con expertos en el método Voisin y puso en práctica lo que había aprendido con el material bibliográfico sobre alimentación pastoril. Paso a paso fue modificando su manera de trabajar el campo.
En 2000, escuchó que aquellos ganaderos que realizaban este tipo de pastoreo estaban muy cerca de convertirse en productores orgánicos. Un año después, se comunicó con la Organización Internacional Agropecuaria (OIA) a fin de certificar su negocio. Ya en 2004, sumó al predio 500 hectáreas de mejor calidad para hacer el ciclo completo de engorde de sus propios novillos y comenzar a exportar a la Unión Europea (UE).
Durante un congreso en Brasil, se topó con Allan Savory, quien lo interiorizó acerca del manejo holístico focalizado en “el todo”. En ese momento, Bianchi tomó conciencia de que era necesario potenciar la vida del suelo antes de producir pasto y convertirlo en carne. Con esta nueva visión, trató de sumarle biodiversidad al ecosistema que actualmente se usa como piso y se nutre sin fertilizantes químicos.
En el campo de General Las Heras se realizaron corredores verdes, en tanto que las lagunas quedaron segregadas para el ecosistema como reserva de humedad en miras a potenciar la producción de pasto y estimular la instalación de insectos benéficos. En 2006, el equipo replicó el modelo en un predio de Paysandú (Uruguay), con una industria de invernada orgánica que se vende como convencional debido a que allí no está del todo desarrollado el mercado.
Tras un encuentro con representantes del Rodale Institute de Estados Unidos en 2015, Bianchi incorporó en su campo nuevas estrategias para mejorar la infiltración del agua y el secuestro de carbono. Hace unos años, se sumaron a la iniciativa sus hijos Carolina, Matías y Francisco, quienes hoy por hoy diseñan las campañas de comunicación y comercialización de la marca.
Recientemente, la empresa se asoció con una procesadora de carne orgánica que ejecuta el desposte y envasado de los productos al vacío para luego comercializarlos en Buenos Aires a particulares y restaurantes. Asimismo, con el propósito de exportar a Norteamérica, en 2018 se inició el proceso de certificación USDA Organic. La compañía nacional también cuenta con los sellos Orgánico Argentina, Alianza del Pastizal y Rodale Institute Approved.
La Julia Organics se caracteriza por aplicar técnicas ganaderas focalizadas en la tecnología de procesos. A través de un manejo 100% regenerativo, orgánico y holístico, divide la superficie del campo en ambientes productivos con cambios de parcelas hasta dos veces por día según el animal en cuestión. La carga por hectárea en invierno y primavera-verano-otoño es de 1,3 y 1,7 unidades ganaderas (Ug), respectivamente.
El rendimiento productivo ronda los 60-70 kilos por hectárea (kg/ha), con ganancias que ascienden a los 200-220 kg/ha. El establecimiento desarrolla tres faenas anuales en verano, otoño y primavera. La elaboración artesanal de carne limitada busca aprovechar al animal por completo, a fin de promover modos de consumo más responsables con el medioambiente.
A lo largo de toda la cadena, la empresa cumple con un riguroso protocolo sanitario que exige trabajar sin agroquímicos y llevar adelante controles biológicos a partir de alternativas naturales. En La Julia Organics solo se vacuna para aftosa, carbunclo y brucelosis y no se aplican antiparasitarios.
Año a año, se reforestan cerca de 1.500 árboles con el objetivo de formar cortinas de protección y montes de sobra que beneficien el desarrollo del suelo y los animales. Dichas plantaciones forman corredores verdes para el buen desempeño de la vida silvestre y fomentan el crecimiento de insectos benignos.
La meta de los Bianchi es construir valor agregado mediante una combinación perfecta entre genética, trazabilidad, fertilidad del suelo y comunicación con el usuario. La idea es generar un triple impacto que se apuntale en los siguientes propósitos:
- Económicos: obtener un retorno positivo con ganancias provenientes de la producción ganadera para exportar y vender al mercado local. El manejo se enfoca en la tecnología de procesos.
- Ecológicos: a través de cuatro procedimientos ecosistémicos (ciclo del agua, minerales, dinámica de las comunidades y flujo de energía), se busca aumentar la fertilidad y regeneración del suelo.
- Sociales: desarrollar un impacto positivo en la comunidad inmediata, estimulando el arraigo y el trabajo rural, a partir de la producción ética y natural de alimentos nutritivos, saludables y seguros.