Cómo seleccionar el forraje para el caballo de competición

Existen henos de todo tipo de calidad, hay heno de base gramíneas (como el de Ryegrass), de leguminosas y de alfalfa

Cómo seleccionar el forraje para el caballo de competición

El sol garantiza una curación eficiente de los henos producidos y suficiente tiempo para asegurar que no aparezca moho y micotoxinas que compliquen la producción. Elegir correctamente el forraje y planear su suministro para tener suficiente durante todo el año se ha convertido en primordial importancia para el jinete de competición debido al escasez de productores especializados en forraje para caballos y la gran demanda. El caballo de deporte necesita una ración con mayor aporte energético que el caballo de paseo.

Aunque haya una gran variabilidad en el nivel de trabajo de un caballo de competición, en general, se considera el trabajo fuerte como, trabajar con los latidos del corazón superior a 90 latidos por minuto durante más de 3 horas por semana y con una combinación de diferentes intensidades y tipos de trabajo. Se estima que un caballo de paseo necesita unos 15 Mcal al día en energía mientras el caballo de deporte necesitará entre 23 a 34,5 Mcal (para un caballo de 500 Kg).

El caballo de deporte lógicamente también necesitará mayor aporte de vitaminas, minerales y aminoácidos para apoyar el mayor nivel de actividad. Esa necesidad de mayor aporte de nutrientes obliga el jinete a asegurar que el forraje sea de la mejor calidad posible, sea heno o una combinación de heno y alfalfa, o pasto fresco.

La base de todas las raciones es la fibra y el caballo de competición no es una excepción. Por lo menos 55% de su dieta debe consistir de fibra larga para reducir el riesgo de patologías digestivas y asegurar una flora intestinal estable.

 

El pasto fresco

El pasto fresco es positivo para el caballo de deporte no solo por el aporte nutritivo. El tiempo que pasa el caballo en el pasto reduce el estrés (¡cuando están acostumbrados a salir al pasto!), proporciona una oportunidad para socializar con otros caballos y reduce la incidencia de cólicos y ulceras gástricas. La mayor parte de los pastos de buena calidad pueden producir suficiente energía para un ejercicio ligero pero el caballo de deporte necesitará más en su dieta para subir el nivel de energía y nutrientes a lo que requiere para desempeñar su actividad. Hay que asegurar que el caballo obtenga los nutrientes y fibra necesaria de otras fuentes de fibra como el heno de diferentes tipos o combinaciones de heno y alfalfa. El aporte nutritivo de los diferentes tipos de plantas utilizados en pastos y también para heno varían según el tipo de la planta, su madurez cuando se corta, la fertilidad del terreno donde ha sido producido y la cantidad de agua que ha recibido durante su crecimiento.

 

El heno de ryegrass

El heno de ryegrass es bastante común y, de hecho, muchos jinetes creen que este tipo de heno es el mejor que existe. Aunque está considerado un heno apropiado para caballos de deporte, la planta tiende a almacenar más azúcar en la forma de fructanos que otros tipos de plantas utilizados para la producción de heno. En el caso de un caballo de carreras, esto no tiene importancia e incluso puede venir bien debido a la necesidad que tiene ese tipo de caballo para una energía explosiva. Pero si el caballo en cuestión padece de patologías como la resistencia a la insulina (común en el caballo PRE), si ha sufrido una laminitis, si padece rabdomiólisis o miopatía de almacenamiento de polisacáridos, el heno de Ryegrass no es el correcto.
 

El heno de prado

El heno de prado se refiere a un pasto que tiene una mezcla de diferentes plantas que pueden incluir avena, ryegrass, festuca, Poa pratensis, dactylo entre otros. Si el heno está controlado para evitar la aparición de malas hierbas, cortado entre flor y semilla y correctamente secado, este heno es ideal para el caballo de competición. Sin embargo, si se corta demasiado tarde, perjudica la digestibilidad del forraje y el aporte energético no será lo suficiente para un caballo en trabajo fuerte.

 

El heno de avena

El heno de avena es bastante común. Hay un gran malentendido con respeto a cuando esta hierba tiene su mayor aporte energética. Si hay una presencia de avena en semilla, quiere decir, que el heno ha sido cortado cuando la planta ya ha madurado y tiene MENOR digestibilidad y MENOR nivel de nutrientes y energía. Además, el caballo no llegará a comer la avena presente porque se cae al suelo y se pierde. En ese caso, el tallo de la planta, o sea, el heno, ya ha perdido sus nutrientes. El heno de avena, como todos los henos, debe ser cortado bastante antes de llegar a su madurez y mucho antes de llegar a producir la semilla para garantizar un aporte nutritivo óptimo para el caballo en trabajo medio, fuerte y competición.

 

El heno Teff

Una investigación en la Universidad de Minnesota sobre la diferencia entre la calidad de forrajes evaluó los nutrientes en diferentes tipos de hierbas. En su estudio, la hierba teff (Eragrostis tef), una hierba anual que crece muy bien en zonas de sequía y de mayor temperatura, solía tener un menor nivel de energía y proteína y mayor nivel de fibra que otras hierbas como Poa pratensis o ryegrass. Esto quiere decir que a la hora de proporcionar la energía que necesita un caballo de competición, puede quedar un poquito corto, sin embargo, si no necesitas mucha energía, puede ser ideal para un caballo en trabajo ligero a medio o en un caballo con algo de sobrepeso. Además, y también es muy importante que todo jinete sepa que la hierba teff puede dar doping positivo por sinefrina. Así que nunca debe ser utilizado con caballos que pueden estar sometidos a una prueba antidoping.

 

La alfalfa en rama

La utilización de alfalfa en rama (Medicago sativa) en la dieta del caballo de competición es interesante por varias razones. La alfalfa contiene mayores niveles de energía que la mayoría de los henos producidos de la hierba común, típicamente combinaciones de ryegrass, Poa pratensis o festuca. Además, su contenido de proteína ayuda a aumentar la masa muscular y contiene calcio, que funciona como electrolito y protector estomacal, reduciendo el riesgo de ulceras gástricas. Aunque no es apropiado como la única fuente de forraje por su alto nivel de proteína, el uso de 2-3 Kg de alfalfa en rama todos los días puede mejorar la calidad de la ración del caballo notablemente. Hay que recordar que la nutrición de la alfalfa se obtiene de las hojas de la planta, así que hay que buscar pacas con una cantidad mayor de hojas que de tallos. Los únicos puntos negativos asociados con el uso de la alfalfa sería que el forraje no se puede poner en remojo para reducir las esporas para caballos con alergia o con sensibilidad al polvo (por el contenido de hojas) y en exceso, aumenta el riesgo de la formación de enterolitos, debido a su contenido de calcio. La alfalfa se puede utilizar en rama o en forma de chaff (fibra corta), que hoy en día está fácilmente disponible.

 

La paja en la dieta del caballo

El caballo de deporte no debe recibir paja de ningún tipo como fuente de forraje en su dieta. El aporte nutricional pobre, con niveles de proteína menores del 3%, no proporciona suficientes nutrientes para la actividad que tiene que despeñar. Además, la paja como fuente de forraje está directamente relacionado a un mayor riesgo de ulcera gástrica y también con irritaciones en las vías respiratorias en numerosos estudios.

 

Como seleccionar el heno

Hay que trabajar con proveedores de heno contrastados y calcular la cantidad de heno que necesitarás durante todo el año si es posible. Cuando se construyen las instalaciones y las cuadras, hay que intentar dejar suficiente espacio para guardar la mayor cantidad de heno posible para garantizar que el heno sea homogéneo durante todo el año.

Aun así, a partir de los 6 meses, el heno empieza a perder sus cualidades nutritivas así que no hay que guardar el heno más tiempo que lo absolutamente necesario y no se puede comprar heno del año anterior en ningún caso. Si no puedes guardar grandes cantidades de heno, se puede pactar con tu proveedor que te guarda el heno que necesitarás y ese heno te irá sirviendo durante todo el año. Cuando estás comprando heno para caballos de alto rendimiento, hay que utilizar una combinación de inspección física y análisis químico para determinar su calidad. Cuando estás evaluando un heno físicamente, hay que buscar lo siguiente:

  • Presencia de flores o semillas – la presencia de semillas te dará una idea de la madurez del heno y así su nivel proteínico.
  • El tacto del heno debe ser suave – los caballos tienen la boca y las encías sensibles.
  • La presencia de hojas de diferentes tamaños y anchuras – esto puede aumentar el riesgo de la formación de moho y puede incluso indicar la presencia de plantas tóxicas. Hay que inspeccionar el heno para plantas tóxicas ya que no hay ningún análisis químico para identificar su presencia en el heno. El heno debe tener un aspecto homogéneo con todos los tallos de las plantas más o menos iguales.
  • La presencia de polvo – si se corta el heno demasiado cerca del suelo y hay mucho polvo, tendrás todos los caballos tosiendo en breve.
  • El color – un heno verde y fino suele significar que un heno es más digestible y apetecible para los caballos. Pero hay que saber que incluso un heno con muy buen aspecto no garantiza un aporte nutritivo especifico ya que depende de la fertilidad de la tierra. Únicamente un análisis químico puede garantizar un aporte nutritivo exacto.
  • El olor – el heno debe oler limpio y estar libre de moho. Los caballos son muy susceptibles a patologías relacionadas con la presencia de moho en los forrajes. Incluso una pequeña presencia de moho puede causar problemas respiratorios y perjudicar el rendimiento deportivo del caballo.
  • Hay que asegurar que el heno no está infestado con escarabajos u otros insectos – los caballos pueden sufrir cólicos debido a la presencia del escarabajo en el heno. Hay que inspeccionar el heno y cuando coja una paca de heno del almacén, inspeccionar el suelo para asegurar que el heno no está infestado.

 

El análisis químico del heno

El análisis químico del heno proporciona información sobre su aporte proteínico, su digestibilidad y el aporte de vitaminas y minerales. Entender el aporte nutritivo del heno puede ser de gran valor a la hora de calcular las raciones para el caballo de deporte, aunque a veces no es factible realizar análisis si el jinete no compra partidas grandes de heno o si no produce su propio heno. Saber que hay una variación en el aporte nutritivo del heno permita al jinete ajustar la ración y cambiar los niveles de concentrado antes de que se ve perjudicado el rendimiento deportivo del caballo.

También, si una finca produce su propio heno, es indicado realizar un análisis de tierra para evaluar su fertilidad. Los puntos de análisis más comunes son:

  • Materia seca – la materia seca de un heno debe ser entre 87% a 92%. Menor nivel de materia seca indica mayor riesgo de la formación de moho y micotoxinas. Mayor nivel de sequedad es excesivo y reduce el nivel de nutrientes del heno y además hay mayor riesgo de fuego en el almacén.
  • Proteína bruta – el nivel de proteína y la calidad de la proteína es primordial para acertar con la ración para el caballo de deporte.
  • Nivel de fibra – FDA (acid detergente fibre) y FDN (neutral detergent fiber) nos proporcionan información sobre la digestibilidad del forraje. Un heno excesivamente fibroso o con una cantidad desmesurada de lignina aumenta el riesgo de cólicos por impactación y además no permite la digestibilidad de sus nutrientes.
  • Carbohidratos solubles – indican el nivel de azúcar presente en el forraje en forma de fructano o almidón (según qué tipo de forraje). Este valor es muy importante para caballos que padecen de patologías que requieren dietas reducidas en carbohidratos solubles como la laminitis, resistencia a la insulina o rabdomiólisis.
  • Niveles de minerales y vitaminas - indica el nivel de fertilidad de la tierra.

Como todo con el caballo, no es fácil manejar correctamente la fibra en su dieta. El caballo de deporte requiere un nivel de nutrientes más denso que el caballo de paseo y un heno de buena calidad aporte, además de nutrientes, la fibra necesaria para mantener una flora intestinal estable. Es de primordial importancia encontrar un heno digestible y nutritivo durante todo el año. Todo esto junto con la escasez de heno en España obliga al jinete o al director técnico de la cuadra a buscar un forraje de calidad y desarrollar una buena relación con su proveedor de heno.

 

Ecuestre



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