Hidroponia: usan piedras volcánicas de Neuquén para producir frutas y verduras

Encontraron una solución local para reemplazar materiales importados y generaron una alternativa innovadora, ecológica y de bajo costo para producir verduras y frutas

Hidroponia: usan piedras volcánicas de Neuquén para producir frutas y verduras
martes 27 de abril de 2021

Walter Mela y Waldemar Stickar son ingenieros agrónomos y viven en Centenario, a 20 km de Neuquén. En la localidad que definen como “la colonia hortícola más grande de Patagonia norte”, hace más de 20 años que se dedican al desarrollo de tecnologías en cultivo, principalmente de hortalizas.

Crearon la empresa W&W Ingeniería en Cultivos y se volcaron a la hidroponia o cultivos sin suelos, principalmente con frutilla, tomate cherry y pimiento. Si bien esta actividad está creciendo en la zona, (ya hay alrededor de 6 o 7 productores hidropónicos) son los únicos de la Patagonia que trabajan con cultivos de fruta, con sustrato.

“Lo más común cuando la gente habla de hidroponia es el sistema NFT de flujo laminar, los caños donde circula agua. Pero no todos los cultivos se pueden desarrollar con ese tipo de sistema. Hay algunos como el pimiento que se comportan mejor con un sustrato que dé algún tipo de soporte. El NFT está más abocado a producción de hortalizas de hoja, como lechuga, espinaca, rúcula, acelga”, contó Walter Mela.

Actualmente el 90 % del desarrollo de cultivo hidropónico con sustrato se hace con fibra de coco o turba, que provienen de Sri Lanka u Holanda. Siguiendo las nuevas tendencias en el mundo en producción hidropónica, empezaron a indagar en cómo producir sobre sustratos con elementos más amigables con el ambiente, en la misma región donde se desarrolla la actividad.

“Comenzamos a buscar distintas opciones locales y nos encontramos con que no hay nada desarrollado en la Argentina en esta temática. Probamos muchas cosas: distintos tipos de arena, calizas, arcillas, un montón de materiales de la zona siempre con la premisa que para preservar la región ecológica nos dábamos un máximo de 400 km de distancia desde el lugar de producción para disminuir el impacto ambiental”, explicó el ingeniero.

 

Puzolana: un recurso inagotable

Luego de años de investigaciones y ensayos identificaron que podían producir verduras y frutas sobre sustrato inorgánico de piedra puzolana, un material volcánico que está en el norte de Neuquén. “Son rocas amorfas de distinto óxido, silicato de hierro, de aluminio y de zinc. Vulgarmente se los conoce como escorias volcánicas. Sobre ese tipo de material estamos trabajando hace 7 años”, contó Walter.

“La puzolana es el magma cuando sale de la tierra, que se enfría rápidamente y toma la consistencia de una esponja, parecido a una piedra pómez, pero más densa. Dependiendo de los minerales que mayormente la componen es el color que toman. Las puzolanas más rojas son las que más cantidad de hierro tienen, las más negras son más magnéticas y las más claras tienen mezclas de rocas. Es una piedra que se encuentra en toda la zona volcánica de la cordillera, en Neuquén, Río Negro, Chubut”, detalló.

El ingeniero resaltó que lo que es novedoso de esta práctica, tanto para Argentina como América Latina, es que son piedras de la zona y no se agotan. “La gran problemática en el mundo con la producción hidropónica es qué hacer con los desechos de la producción para que no generen una fuente nueva de contaminación. Nosotros apuntamos este desarrollo a buscar productos que no impacten ambientalmente. El uso de la piedra es infinito, es un recurso renovable”.

Si bien es inédito en la región, hay antecedentes mundiales del uso de estos materiales como alternativa para la producción. “En Japón, por ejemplo, se utiliza para el desarrollo de bonsais usan piedras volcánicas. En México también se utiliza, en zonas de España, el picón es una piedra similar a la que usamos nosotros”, detalló Walter.

 

Productividad y calidad

Consultado acerca de la producción, el ingeniero detalló que actualmente tienen media hectárea bajo invernadero, produciendo los 12 meses del año. “Estamos sacando alrededor de 25 kilos de tomates por metro cuadrado, 16 kilos de pimiento por metro cuadrado y 1,300 kilos de frutillas por planta”.

Esto es, mucho mayor productividad que un cultivo tradicional. “Es difícil encontrar un producto convencional en nuestra región que esté sacando más de 18 o 19 kgs de tomates por metro cuadrado. En nuestro tipo de producción el porcentaje de descarte es casi mínimo, comparado con la producción a campo que es normal que un 10 o 15 % es un producto no comercial”, explicó.

Según contó el ingeniero, si bien el costo inicial de inversión de hidroponia es bastante más elevado, tiene más rendimiento por planta y la calidad del fruto es otra. “El principal costo que tiene la producción hortícola son los fertilizantes. Un tipo de manejo de este sistema hidropónico consume entre un 40 y un 50 % menos que uno convencional. Utilizamos bioinsumos y mucho de la línea de productos orgánicos, aminoácidos vegetales, un manejo en el marco de buenas prácticas”.

Y agregó: “No podemos decir que somos orgánicos porque no hay registro de orgánicos dentro de lo que es el mundo de la hidroponia pero sí un manejo con muy bajo uso de insecticidas y fungicidas, ya que la humedad en la región es muy baja. Eso luego impacta en la calidad de las verduras y frutas”.

Respecto a la comercialización de los productos, Walter contó que están vendiendo principalmente en una conocida cadena de supermercados de Neuquén.

 

Cursos: cómo hacer una huerta hidropónica casera

Con su socio Waldemar comparten su pasión por enseñar. Ambos son docentes en la Universidad Nacional de Comahue y llevan adelante un emprendimiento de capacitaciones virtuales que surgió cuando empezó la pandemia.

“Veníamos haciendo cursos presenciales y tuvimos que reinventarnos. Hoy estamos relanzando por tercera vez el curso de iniciación en hidroponia, que está pensado para personas que quieren conocer qué es, hacer su pequeña huerta hidropónica casera, a pequeña escala”.

Además, dan cursos de compostado, floricultura, todas temáticas vinculadas a la producción intensiva. “Hemos capacitado productores de todo el país y de otros países como Perú. Tenemos productores hidropónicos de Córdoba, La Pampa, Buenos Aires.que quieren empezar a diversificar con tomates entonces los ayudamos a armar sus chacras desde acá. Apuntamos a hacer crecer este espacio de capacitación y compartir nuestra experiencia que es bastante novedosa”, contó.

 

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