Las acelgas son, en general, de mayor tamaño que las espinacas y su sabor es más dulce. “Son muy ricas en vitaminas y minerales. Aportan cantidades muy significativas de yodo y magnesio y algo inferiores de potasio y de calcio”, continúa la FEN.
En este sentido, recuerda que “por su alto contenido en calcio, la acelga debería ser un alimento a incluir con regularidad en la dieta de personas mayores, embarazadas, niños en crecimiento y deportistas”. Por el mismo motivo, las personas con tendencia a padecer cálculos renales de oxalato cálcico deben consumirlas con moderación.
También son ricas en hierro, prácticamente contienen el mismo contenido que las espinacas, aunque, como recuerda el nutricionista Juan Revenga, el alimento preferido de Popeye se ha hecho más famoso en este sentido. Así que, si padeces anemia, puedes combinar espinacas o acelgas para variar un poco tu alimentación.
En cuanto a las vitaminas, destaca la presencia de vitamina C, imprescindible para poder absorber el hierro y un importante antioxidante. También contiene pro-vitamina A, que se transforma en vitamina A y ayuda a mejorar la fortaleza de huesos, piel, cabello y la vista (actúa como protector frente al desarrollo de cataratas en la edad avanzada, destaca la FEN).
El Diario de Carlos Paz