Hace algunos años, la industria del calzado argentina era reconocida a nivel mundial, más que nada debido a la calidad de sus cueros. Contra todo pronóstico, el sector tuvo que sortear una serie de vaivenes como consecuencia del contexto económico nacional, que hizo que hacia fines de los noventalas exportaciones cayeran notablemente. Si bien se registró un leve repunte con la devaluación de 2002, las crisis nunca dejaron de afectar el desarrollo de la actividad.
Fundada en 1938 por el bisabuelo de Virginia Tosone, un zapatero que arribó al país oriundo de Mallorca (España), Tosone es una empresa argentina con sede en Caballito, que desde hace casi un siglo se dedica a la industria del cuero local. Administrada por la tercera generación de dueños, actualmente lleva adelante el 100% de la producción de cada uno de sus calzados, con un rendimiento promedio de 150 pares al día y 12 mil por temporada.
La compañía que supo preservarse a pesar de los reveses económicos de la economía global, cuenta con locales propios y presencia en centros comerciales, que contribuyen a potenciar su posicionamiento en el segmento más exclusivo del rubro. Cabe destacar que en 2019 fue elegida entre veinte marcas argentinas para incorporar métodos Kaizen (el sistema revolucionario japonés que emplean firmas como Toyota, Honda y Sony), gracias al apoyo del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
Entre 2001 y 2002, tras una serie de misiones comerciales junto con la Cámara de la Industria del Calzado, logró concretar sus primeras exportaciones a países limítrofes. Un par de temporadas después, realizó envíos a Europa, generando un giro de 360 grados en su forma de producir y comercializar cueros a todo el mundo.
Aunque Virginia Tosone está segura que el precio actual y competitivo del dólar podría ayudar a repuntar la industria, cree que es necesario reconquistar el mercado externo que hoy en día opta por otros proveedores. No obstante, la empresa sigue exportando sus productos a Chile, Estados Unidos y Japón; y está en tratativas para ingresar a Perú, Colombia e Italia.
En el exterior, los zapatos se comercializan dentro del segmento premium a un precio mayorista de entre US$70 y US$75. Según la socia, lo ideal sería entrar a un valor más competitivo –entre US$55 y US$60–, a fin de lograr mejores resultados.
A pesar de que Tosone podría dedicarse de lleno a exportar, la compañía cree y apuesta por el mercado local porque cree y apuesta en la calidad de su materia prima.