De acuerdo a un informe de la ONU, casi el 20% de los alimentos disponibles en el mundo se desperdicia

Un informe publicado en marzo de 2021 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), arrojó datos alarmantes: cerca de 700 millones de personas en el mundo padecen hambre. En este oscuro contexto, casi el 20% de la comida disponible en el planeta suele desperdiciarse.

Según el director de Desarrollo de la ONG británica Wrap, Richard Swannel, el problema es enorme, ya que con el tiempo se fueron produciendo consecuencias globales, visibles e inmediatas a nivel medioambiental, social y económico. A lo largo de su carrera, el hombre coescribió el “Informe sobre el Índice de Desperdicio Alimentario” del Programa para el Medio Ambiente (Pnuma) de la ONU, que estudió cómo 54 países -ricos y pobres- conciernen la venta de alimentos al por menor en restaurantes y viviendas personales.

Este análisis de 2019, se basó en un modelo tipo a escala mundial y concluyó que en total, por año, se desperdician más de 931 millones de toneladas de alimentos, sin incluir partes no comestibles como huesos y cáscaras. En una misma línea, demostró que el fenómeno afecta a todas las naciones, independientemente de sus ingresos. Vale remarcar que, de acuerdo a datos de la ONU, casi tres mil millones de personas en el mundo no tienen acceso a una alimentación sana.

De los 121 kilos de alimentos que se pierden anualmente por habitante, más de la mitad provienen de viviendas particulares. En este sentido, del total disponible para consumidores, se desperdicia un 11% en hogares, un 5% en restaurantes y un 2% en ventas al por menor, respectivamente.

La mirada de la FAO

Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alrededor del 14% de los alimentos que se producen en el mundo se pierden antes de llegar a los mercados, lo que representa un costo que asciende a más de 400 mil millones de dólares anuales.

Swannel explicó que si los desperdicios y pérdidas alimentarias fueran un país, simbolizarían el tercer emisor mundial de gases de efecto invernadero. De esta manera, marcó la necesidad de reparar el sistema en miras a hacerle frente al cambio climático y reducir los desechos de comida.

Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, se prevé reducir a la mitad el desperdicio de alimentos de los consumidores y el comercio al por menor de acá a diez años. Además, el organismo pretende organizar la primera “Cumbre sobre Sistemas Alimentarios”, con el propósito de promover modos de producción y consumo más sanos, justos y duraderos.