A fines de febrero de 2021, la costa israelí sucumbió ante un alarmante derrame de petróleo, que la Autoridad de Parques y Naturaleza del país calificó como uno de los desastres ecológicos más severos de la historia de la tierra bíblica. Si bien se aconsejó la evacuación humana del área, la vida silvestre no tenía escapatoria hasta ahora.
Aunque la especie ya se encontraba en peligro de extinción previamente, las tortugas marinas verdes que habitan el lugar se encontraban en una situación sin precedentes. En este contexto, once de las mismas fueron tratadas en el Centro Nacional de Rescate de Tortugas Marinas de Israel, debido a que, en palabras del asistente médico GuyIvgy, contenían grandes niveles de alquitrán en sus tráqueas.
Para estimular su recuperación, el equipo empezó a emplear la mezcla de aceite y yema de huevo que popularmente conocemos como mayonesa, capaz de eliminar el tracto digestivo de las tortugas. El suministro de dicho alimento en los animales, ayudó a limpiar su sistema descomponiendo el alquitrán. Tras dos semanas de tratamiento, los reptiles pudieron regresar en condiciones de salud a la naturaleza.