Gracias al aporte de fertilizantes orgánicos las plantas de interior (como las existentes en huertas realizadas en casas) pueden llegar a ser muy beneficiadas. Con la aplicación de las dosis correctas, consiguen mejorar sus propiedades físicas en la tierra como su aireación, porosidad y drenaje.
Para los amantes de la jardinería, no resultará extraño saber que las plantas de interior siempre se comportan de manera distinta que las que se encuentran en su ambiente natural. Esto se resume a que requieren de nutrientes que, si no pueden obtenerlos por completo en su hábitat, sí o sí dependerán de sus dueños.
Por ejemplo, un helecho: no es lo mismo que crezca en el medio de la selva que hacerlo en un living con aire acondicionado en plena ciudad. Por ello, ciertos elementos esenciales como son el nitrógeno, fósforo o potasio y los secundarios como el hierro, el cobre o zinc son necesarios para un buen desarrollo de las plantas de interior.
Se puede ayudar a obtenerlos, pero aportándoles fertilizantes orgánicos que sean a base de componentes naturales, fáciles de preparar y hasta de conseguir en los viveros. Es necesario saber que, -bien nutrida- la vida “verde” en un hogar siempre se va a sentir agradecida y también eso se va a notar en su aspecto.
Juan Acita es Ingeniero Agrónomo y docente de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires y cuenta que: “Fertilizamos nuestras plantas de interior porque, aunque el recipiente sea grande, en pocos meses se agotan los nutrientes que traía la mezcla de sustratos”.
Casi siempre, una buena fertilización ayudará a que las plantas de interior crezcan vigorosas y más fuertes como también se conseguirá reducir el riesgo de que sean atacadas por insectos o enfermedades. Veamos algunos consejos:
En una tendencia muy clara hacia los productos orgánicos, el cuidado de las plantas y las huertas domésticas, saber sobre fertilizantes sin químicos es una gran propuesta. ¿Listo para probarlos?
MDZ