Bajo la denominación de Raphanus sativus L. se incluye al rábano y al rabanito. El rábano tiene una raíz más picante y dura que el rabanito. Su ciclo vegetativo es un poco más largo, mientras que el del rabanito es de aproximadamente de 3 a 5 semanas después de la siembra.
Es un cultivo oriundo de Asia, China específicamente, pero se sabe que ya se cultivaba en la Grecia antigua y Egipto. Actualmente es un cultivo muy difundido a nivel mundial.
De este cultivo se consume generalmente la raíz, aunque también resultan comestibles sus hojas, sus vainas carnosas y de sus semillas se extrae aceite.
El rábano y rabanito pertenecen a la familia de las crucíferas, son plantas herbáceas, anuales o bianuales, prefieren suelos fértiles. Se propaga por semilla. Sus semillas son contaminantes de cereales de grano pequeño y de oleaginosas.
Raíz: Es una especie que presenta escaso desarrollo radicular, las raíces pueden encontrarse a una profundidad de 5 a 25 cm. Durante la etapa del desarrollo vegetativo, las raíces tuberosas se forman a partir de la parte superior de la raíz y del hipocótilo. Estas pueden presentar formas diversas (redondas, fusiformes, alargadas, ovaladas, cónicas) y colores variados como rojo, amarillo, negro etc.
Tallo: Durante la etapa vegetativa, el tallo suele ser corto, con hojas que forman roseta o corona; llega a medir entre 80 y 120 cm de altura. Puede ser cilíndrico o anguloso, de color verde y pubescente.
Hoja: Son imparapinadas, de pecíolo largo y de forma ovalada, de borde dentado y el ápice más grande.
Flor: Pueden ser de color blanco, rosado, violeta y en ocasiones amarillas, propias de las crucíferas.
Fruto: silicua indehiscente, la cual puede alcanzar entre 40 y 100 cm de longitud.
Semilla: de forma esferoidal, de color marrón a castaño claro/oscuro. Si se respetan las condiciones de almacenamiento pueden tener una viabilidad por 3 ó 4 años.
Fase vegetativa: El rabanito emerge en otoño-invierno
Fase reproductiva: La fase reproductiva ocurre desde principios de la primavera hasta inicios de otoño.
Las variedades se clasifican según el tamaño y la forma de la raíz.
Variedades de raíces pequeñas (rabanitos):
El INTA recomienda la utilización de las variedades, según la fecha de siembra. Si la misma se realiza en los meses de agosto, septiembre y octubre, las variedades que se recomienda utilizar son: Redondo Punta Blanca y Rosado, mientras que si la siembra se realiza de febrero a mayo, las variedades son: Redondo Escarlata.
Redondo Punta Blanca y Rosado: Es una variedad de madurez precoz que se destaca por ser muy atractiva para mercado fresco. La raíz, es el fruto consumible, posee forma globular de color escarlata brillante con la punta blanca, la carne es blanca y crespa. La raíz tiene un tamaño aproximado de 3,25 cm de largo por 3,25 cm de ancho.
Redondo escarlata: Raíz de forma esférica deprimida, de color rojo vivo y con la punta blanca. Poco propenso al ahuecado. Prefiere ambientes frescos, con temperaturas elevadas adquiere un sabor picante. Siembra a chorrillo en líneas separadas 15-25 cm. a una dosis de 0,5 gr./m2.
Sparkler: redondo punta blanca.
Rovi: redondo punta blanca.
Medio largo: Variedad de carne blanca, aunque exteriormente sea rojo, con la punta blanca de buen sabor, dulce y crujiente algo picante en cosechas de primavera y verano.
Scarlet globe: Rabanito redondo de color rojo profundo brillante y uniforme a la cosecha. Precoz, de tamaño medio y excelente calidad. Presenta buena diferenciación de color y buena consistencia interna y soporta mayor densidad.
Si bien el rabanito prefiere los climas templados, puede ser cultivado durante todo el año, teniendo en cuenta que hay que proteger a los cultivos durante las épocas de elevadas temperaturas.
El ciclo del cultivo depende de las condiciones climáticas, pudiéndose encontrar cultivos que completaron su ciclo en 20 días y otros en 70 días.
El desarrollo vegetativo tiene lugar entre los 6ºC y los 30ºC, el óptimo se encuentra entre 18-22ºC. La temperatura óptima de germinación está entre 20-25ºC. Si bien el cultivo es tolerante al frío, no debe ser expuesto a temperaturas por debajo de los 6ºC durante un período prolongado, ya que de esta manera se estimularía la emisión prematura del tallo floral.
La humedad relativa adecuada para el buen desarrollo del rábano y rabanito se encuentra entre 60% y 80%. Es imprescindible mantener el cultivo húmedo para evitar el sabor amargo de la raíz o la rajadura.
Se adapta a cualquier tipo de suelo, aunque prefiere los suelos profundos, arcillosos y neutros, con alto contenido de materia orgánica, capaces de retener la humedad. El ph debe oscilar entre 5,5 y 6,8. No tolera la salinidad.
Estos cultivos se siembran en camas, debido a lo cual es muy importante la elección del suelo, que debe tener buena estructura, buen drenaje, alto contenido de materia orgánica, de textura franca, con alta contenido de humedad y sin indicios de presencia de plagas o enfermedades.
Se recomienda romper el suelo a una profundidad de 30 cm., y demoler terrones con el paso de la rastra.
Las camas deben ser mullidas para que las semillas germinen con facilidad y de manera uniforme. Asimismo, deben estar suficientemente niveladas para evitar los anegamientos.
La semilla conservada en buenas condiciones mantiene su viabilidad por 3 a 4 años aproximadamente. La siembra se realiza en forma directa y por líneas alternas, en surcos distanciados entre sí 30 cm y a chorro seguido. Se debe tener cuidado que, en el momento de la siembra, la semilla no sea introducida más allá de dos centímetros, porque a mayor profundidad existe la posibilidad de que el rabanito salga alargado y pierda calidad de comercialización. A los 10 días se siembran las líneas vacías. El raleo se realiza 12 días después, dejando una población de 20 plantas por metro lineal de surco.
Existen dos épocas posibles de siembra: En zonas frías la siembra se realiza en los meses de mayo-agosto, mientras que, en las zonas templadas, la siembra se puede realizar durante todo el año.
La densidad de siembra es 6-8 Kg/ha, la distancia entre surcos 30 cm y la distancia entre plantas 3 a 5 cm.
Se realizan 1 ó 2 escardas y un ligero aporcado. A los 15 ó 20 días de la siembra se realiza el aclaramiento a fin de lograr una distancia entre plantas de 3 a 5 cm.
Debido a que el ciclo del cultivo es corto, estos cultivos necesitan de elementos nutritivos fácilmente asimilables desde el inicio, por lo que generalmente se aplican los fertilizantes en las últimas labores de preparación de las camas de siembra. Son sensibles a la falta de N, K y P.
Estos cultivos necesitan una buena cantidad de agua, distribuída de manera uniforme y con lapsos de riego bien ajustados. Contenidos de humedad cercanos a 60-65% de la capacidad de campo durante el ciclo vegetativo favorecen el desarrollo.
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