El color externo de las raíces puede ser de color rojo, rosa, morado, blanco, verde, negro y color amarillo o crema. En el artículo de hoy conocerás un poco sobre la aventura de sembrar rabanitos y lo mejor de todo, conocer las posibles plagas y enfermedades.
Al momento de sembrar es necesario tomar algunas consideraciones, las herramientas y los implementos que son necesarios para que podamos trabajar cómoda y efectivamente así como los artículos que cuidan nuestra seguridad son nuestros fieles amigos.
La correcta selección del terreno y de la temporada para hacerlo es igual de importante. Esto podría considerarse como la regla de oro al momento de querer hacer algo especial y con nuestro propio esfuerzo. Por otra parte, si somos nosotros quienes le vamos a sacar el debido provecho a la tierra, entonces lo más probable es que seamos adecuadamente recompensados con alimentos frescos y de gran aporte nutricional.
En esta ocasiona nos referimos específicamente a la siembra de hortalizas y verduras, alimentos que, aunque no lo parezca no requieren de tantos cuidados como lo pide alguna fruta. Pero antes de mencionar como cultivar esta importante verdura (que de por si es algo relativamente sencillo) es necesario conocerla un poco y entender el significado de su consumo.
El rábano es una hortaliza muy práctica debido a que crece muy rápido y lo hace en espacios pequeños, es muy rica en vitamina C y antioxidantes y su origen (China) la ha permitido popularizarse por todo el mundo.
Este alimento es de color rojo y forma redondeada y su proceso de cultivo es breve pues solo necesita a lo mucho unas 6 semanas para su cosecha.
Aunque no lo parezca, esta planta requiere de algunos cuidados antes de su cosecha, el principal cuidado es el de repeler la maleza y las larvas.
Debido a que esta planta no crece mucho está muy expuesta a la amenaza de las larvas, y es que un puñado de larvas puede devorar las hojas de todos los rábanos en poco tiempo, claramente esto afecta negativamente en el desarrollo de la planta y es por eso que se necesita supervisar la siembra unas dos veces por semana a fin de buscar estas pequeñas alimañas.
Por otra parte, están las enfermedades, estas son aquellas que se pueden originar por un suelo que no ha sido abonado o que se no conserva suficiente humedad, en estas situaciones es importante vigilar el color que tomen las hojas por su parte inferior dado que es por allí en donde se manifiesta estado de la planta. Una planta sana se verá de hojas tiernas y verdes, esto para nosotros es importante pues como se menciona, esto deja un efecto en el sabor.
Cuando tu siembra de rabanitos esté lista para la cosecha entonces aquí viene el trabajo divertido, esta hortaliza no crece mucho y su tamaño máximo es tal que dos rábanos quepan en una mano, para conocer su tamaño solo se necesita remover un poco la tierra en su superficie y cuando estén listos solo es necesarios retirarlos tomando las ramas o si la tierra está algo seca, excavando un poco.
La siembra de rabanitos debe hacerse entre finales de julio y principios de agosto pues esta crece bajo un clima fresco y húmedo. Respecto a la forma, no es requerido mayor proceso, solo bastan pequeños orificios en el suelo para colocar las semillas (casi superficialmente) y cubrir, si es necesario, un suelo con el respectivo drenaje y una correcta exposición a la luz del sol para permitir que el rábano crezca sano y no se altere su sabor, aunque si el suelo es escaso de nutrientes lo más probable es que el resultado final sea que el sabor del rábano se torne picante.
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