La economía social tiene un peso muy fuerte y específico en nuestra sociedad. Es la posibilidad que familias, mujeres y hombres pueden encontrar la dignidad de un trabajo y también un fin noble. Así que seguiremos trabajando de esta manera y profundizando estos lazos solidarios, expresó el mandatario.
Desde el Estado se impulsa una estrategia de trabajo conjunto con las cooperativas para distribuir la producción a municipios, comunas y juntas de gobierno. Además se otorgan créditos de prefinanciamiento para adquirir las materias primas.
El gobernador, acompañado por la vicegobernadora Laura Stratta, estuvo en el taller Textil Blanca, de Paraná, que pertenece a la cooperativa Esperanza, cuyas trabajadoras confeccionan frazadas que se distribuirán entre las familias vulnerables ante las bajas temperaturas.
Junto a la ministra de Desarrollo Social, Marisa Paira; el subsecretario de Fortalecimiento de las Organizaciones Sociales, Juan Arbitelli; y Mariel Ávila, Bordet compartió una recorrida del taller textil con Arturo Sedano, presidente de la Cooperativa de Trabajo Esperanza, Silvia García, responsable de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), organización que coordina el taller en Paraná; y Viviana González, responsable de la Textil Blanca de la capital entrerriana donde trabajan 14 mujeres.
Bordet explicó que la cooperativa Esperanza, junto con otras seis cooperativas más de la provincia de Entre Ríos, ubicadas en Diamante, Tala, Bovril y Aldea Eigenfeld, confeccionan frazadas para el programa Cobijar, las que llegan a personas con vulnerabilidad social.
“Esto es un círculo virtuoso porque generamos la posibilidad de que muchas personas encuentren una forma de insertarse en el mercado laboral, trabajar en una forma solidaria como representa el sistema cooperativista y, por otro lado, satisfacer necesidades del Estado. Se trata de tener una visión integradora social de cómo debe desarrollarse, por un lado, la economía social, y por el otro, la satisfacción de las demandas que tienen que proteger a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad”, expresó el gobernador.
Habló del compromiso del Estado con estas acciones y del compromiso que toman las cooperativas, en este caso la Corriente Clasista y Combativa, “que permanentemente está impulsado este tipo de programa y que nosotros apoyamos decididamente. Entendemos que ahí está la posibilidad de generar, a través de redes y lazos solidarios, la posibilidad de afrontar situaciones críticas como las que nos pasan a veces estacionalmente con el invierno y otras veces cuando nos toca una época de una contingencia sanitaria como la que vivimos en la pandemia”, remarcó Bordet y agradeció “a todas las personas cooperativistas que trabajan en los talleres, a las organizaciones sociales que ponen mucho esfuerzo en esto y a nuestros equipos de gobierno que trabajan articuladamente”.
“Siempre sostuve que el movimiento cooperativista en un país como la Argentina, que tiene profundas raíces de solidaridad organizada, tiene que tener un desarrollo. En este sentido, siempre apoyamos lo que significa la constitución de cooperativas para vincular desde lo colectivo todos los esfuerzos individuales sumados, sobre todo para una causa que tenga que ver con la promoción del desarrollo, de asistir a personas en situación de vulnerabilidad y, por supuesto, también como una dinamización de la economía social”, remarcó.
Por su parte, la ministra Paira destacó la continuidad de esta estrategia de trabajo mancomunado que el gobierno provincial realiza desde hace años junto a las cooperativas para distribuir la producción a municipios, comunas y juntas de gobierno. “La confección de frazadas se realiza en el marco de la Ley de Economía Social con el objetivo de llegar a los sectores en situación de vulnerabilidad. Por cada frazada que compren los gobiernos locales a las cooperativas, talleres textiles o emprendedores, el Ministerio de Desarrollo Social entregará otra. De este modo, seguimos fortaleciendo el eje del trabajo, acompañando las experiencias de la economía social, como nos pide siempre nuestro gobernador”, apuntó Paira.
A su turno, Arturo Sedano, presidente de la cooperativa Esperanza de Gualeguychú, de la cual depende esta textil, precisó que la cooperativa tienen aproximadamente cinco años" e indicó que bregan por la generación de empleo.
Recordó que la cooperativa se inició en Gualeguaychú con barrido y limpieza de instituciones públicas, luego se abrió una rama de construcción y hace dos años y medio está funcionando la parte textil en la que están involucradas 14 mujeres en dos turnos. "Apuntamos a producir y vender bienes de consumo masivo para tener volumen de comercialización. Por eso tenemos ropa de trabajo, frazadas y barbijos, por ejemplo", comentó.
En cuanto a la relación de la cooperativa con el gobierno provincial, Sedano explicó que "hace aproximadamente tres años pudimos empezar a entablar una mesa de diálogo interministerial y a partir de ahí se firmó un convenio con el gobernador que nos fue permitiendo el acceso a obra pública, refacción de escuelas y, además de eso, empezar a trabajar lo de las frazadas. El año pasado se realizó la primer tanda de 900 frazadas, y este año son 1500 para el Plan Abrigo del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia", concluyó.
La Cooperativa de Trabajo Esperanza es una estructura dentro del movimiento Corriente Clasista y Combativa (CCC) de Entre Ríos. Como parte de su lucha y a partir de los conocimientos en el rubro textil de un grupo de compañeras nucleadas en la organización, es que deciden agruparse para producir y comercializar sus productos, conformando un espacio productivo dentro de la cooperativa denominado Textil Blanca., que está integrado por 14 mujeres que realizan labores textiles divididas en dos turnos. Esta es la segunda oportunidad en la que confeccionan frazadas, en la primera realizaron una producción de 900 mantas, mientras que en esta ocasión se encuentran produciendo 1500.
El monto total de las compras realizadas asciende a 3.165.000 pesos. En ambos casos recibieron créditos de prefinanciamiento para adquirir las materias primas necesarias.
Además, en el taller, producen ropa de trabajo, como remeras, pantalones, buzos de algodón frisado, chalecos impermeables y barbijos. Durante la pandemia, vendieron barbijos de manera directa al público y a empresas de construcción y de venta al público de productos de seguridad e higiene.
Son siete las cooperativas que integran este programa: Manos Talenses, de Tala; Las Gurisas, de Bovril; Hilvanando Sueños, de Diamante; El Ceibo, de Villaguay; Esperanza, de Paraná; La Textil, de Nogoyá; y Confecciones Eigenfeld, de esa localidad de departamento Paraná.