Muchas de las tecnologías que el INTA recomienda se someten a extensas pruebas y ajustes en sus Campos Experimentales. En esta nota Marcelo Navall sistematiza la experiencia de construcción de un tanque australiano, hecho con madera y lona, en el Campo Experimental Francisco Cantos.
Tradicionalmente, los tanques australianos se construyen utilizando materiales pretensados de hormigón o chapa. En este breve documento sistematizamos y compartimos la experiencia de construcción un tanque australiano con madera y lona. Si bien no se cuenta aún con evaluaciones de mediano plazo que aseguren su óptimo funcionamiento, mostramos aquí el proceso de construcción, en el ánimo de que inspire mejoras y nuevas creaciones para la gestión del agua para bebida animal, tan crítica en nuestra región del Chaco semiárido.
La estructura del tanque se armó con postes, madera y malla sima, que se utilizaron para sostener una lona de HDPE de 700 micrones. El tanque tiene una dimensión de 9m de diámetro por 1m de altura. Se utilizaron 10 postes de quebracho colorado de 2,2m, plantados formando un círculo. Por delante de la línea de los postes, se cavó una zanja de 10x10cm en la que se sujetó la malla sima con hormigón, doblada en forma de “u”.
Sobre este cordón de hormigón, y hacia adentro de la malla sima, se pararon las tablas. Las mismas fueron de quebracho colorado, de 1” de espesor, de un ancho variable entre 10 y 30 cm y con una altura de 1 m. A cada tabla se le hizo una perforación a 5 cm en sus bordes superior e inferior, para sujetarlas con alambre a la malla sima, con una hebra de alambre de atar.
En el orificio inferior se pasó un solo alambre, entrando por una y saliendo por la siguiente; mientras que en el orificio superior se usaron dos hebras, dejando a las tablas mejor sujetadas. Desde nuestra experiencia recomendamos verificar el correcto escuadrado de las tablas y que todas tengan la misma altura.
La malla sima se acomodó para que uno de los hierros horizontales quede 1 cm por debajo del borde superior de las tablas.
El conjunto de tabla y borde superior de la malla se recubrió con una manguera de 1” abierta longitudinalmente, la cual agarra el conjunto como si fuera una grampa, protegiendo la lona de posibles roturas en el borde de la tabla.
Después de completar el armado de la estructura, se niveló el piso del australiano con una capa de arena fina, eliminando piedras, cascotes y cualquier elemento que pueda dañar la lona. Se colocó la lona, y se instaló la brida. El fabricante envía la lona con una extensión de 20cm adicionales a la altura deseada del tanque, para doblar el borde de la misma por fuera.
Con 9 m de diámetro y 0,85 m de altura máxima del agua, el tanque quedó con una capacidad final de 54.000 litros. La siguiente es la lista de materiales utilizados y sus valores de mercado en U$S al momento de publicación de la presente (cotización oficial):
Para un tanque de capacidad similar, realizado con placas de hormigón, se necesitarían 15 placas de 1,4 m de alto x 1,56 de largo, que tienen un costo unitario de U$S 120 c/u (incluyendo accesorios) y entre 4 y 5 m3 de hormigón, a U$S 132 el m3. Suponiendo el mismo costo de armado, arrojaría un total de U$S 2694.
Por otra parte, si se hubiera optado por hacer el tanque con chapas galvanizadas y lona, el costo total (incluyendo el mismo costo de mano de obra de armado), habría sido de U$S 2318.
Si se dispone de la madera y los postes, la diferencia de precio optando por la alternativa de madera y lona, puede ser aún mayor. También podría abaratarse aún más el costo si se reemplaza la malla sima por varios anillos de alambre.
En la construcción del tanque podrían haberse utilizado costaneros (descarte de aserraderos), cuidando que los bordes tengan al menos 2 cm de espesor y colocando las caras aserradas hacia adentro del tanque. La misma lona podría haberse aprovechado para dar al tanque 10 cm más de largo de tablas que permitiría unos 70.000 litros de capacidad, prácticamente con los mismos costos, lo que ampliaría aún más su conveniencia económica. También se podría haber diseñado el agarre de las tablas con anillos de alambre, en reemplazo de la malla sima. Otra mejora posible es utilizar una lona 40 cm más alta, para alcanzar 1,5 m de altura, ampliando significativamente la capacidad de almacenamiento de agua, con casi los mismos costos.
Es importante hacer una mención sobre la durabilidad. El fabricante de la lona informa que la misma tiene una vida útil mínima de 15 años. Se conocen tanques australianos de placas que alcanzan un tiempo de vida mayor sin necesitar mejoras significativas, por lo que pueden presentarse diferencias importantes en la vida útil total de esta construcción.
Consideramos que este método de construcción es una alternativa interesante cuando la capacidad de inversión es limitada, y se dispone de madera, postes y mano de obra propia. Este es el caso, por ejemplo, de proyectos de comunidades campesinas con grandes extensiones de tierra a manejar y poca capacidad de inversión. En estas condiciones, la alternativa de madera y lona resulta conveniente, ya que solo necesita materiales menores y la inversión en lona. Calculamos que esta inversión puede cubrirse, aproximadamente, con el valor de venta de tres terneros.
En esta experiencia fue importante el aporte de YAMMVA Ecosistemas, empresa contratada para la construcción del tanque, por su compromiso y recomendaciones para el ajuste del diseño original. Agradecemos al Grupo de Investigación Forestal del INTA Santiago del Estero por la provisión de las tablas desde su aserradero portátil. También agradecemos al equipo del Grupo de Investigación en Producción Animal del INTA Santiago del Estero y a la empresa BERPLAST SRL, por la provisión de la lona. Un agradecimiento especial es para Juan José Balderrama, quien compartió la idea original en la que se basó el diseño. El tanque fue construido en el sector de secano del Campo Experimental “Ing. Francisco
Cantos”, del INTA EEA Santiago del Estero, y se encuentra en funciones desde el 7 de mayo de 2021.
Inta Santiago del Estero