Continúan las actividades de fortalecimiento de la actividad apícola en el Departamento Figueroa, en un esfuerzo conjunto de las comunidades, el INTA y el proyecto Vivir y Producir en el Bosque Chaqueño, del componente Bosques, Biodiversidad y Ecosistemas del programa Euroclima+.
En el marco de las actividades del Proyecto Vivir y Producir en el Bosque Chaqueño, del componente Bosques, Biodiversidad y Ecosistemas (BBE) del programa Euroclima+, se realizó en la localidad de Santo Domingo del Departamento Figueroa, una capacitación en Iniciación Apícola. La actividad, realizada en la primera semana de Mayo, tuvo como responsables a José Luis Zeman y a Ariel Ledesma. El objetivo fue realizar diagnósticos ambientales que permitan planificar con mayor eficacia la actividad apícola.
Durante la jornada se completó un diagnóstico del grupo y de sus condiciones de producción: El grupo Santo Domingo está conformado por 13 integrantes, cuya mitad ya produce miel y reciben asistencia técnica de Claudio Torres, productor de la zona con vasta experiencia en la producción apícola. Tienen aproximadamente 100 colmenas en producción con 2 melarios por colmenas, 4 equipos de protección, 2 ahumadores (uno chico y otro grande) y 1 pinza palanca. Todas las colmenas están distribuida en 4 apiarios, dentro del terreno donde viven. Tienen la posibilidad de acceder a una sala de extracción que se encuentra ubicada en Bandera Bajada, donde pagan un 8% de producción por el servicio de extracción y devolución de la cera de opérculo. No poseen energía eléctrica en su lugar de trabajo. En cuanto al manejo de las colmenas, solo 3 tienen experiencia. Manifestaron que realizan un tratamiento sanitario por temporada pero no cuentan con registros de los monitoreos realizados.
El grupo señaló como objetivo la aspiración de continuar produciendo miel orgánica. Se tiene planificado invertir, con el aporte del proyecto Vivir y Producir en el Bosque Chaqueño, en el incremento del número de colmenas: con 100 colmenas completas (material inerte más material vivo), las cuales serán manejadas de forma grupal y con distribución espacial diferente y división de tareas entre los productores.
Terminada la reflexión sobre las condiciones de producción, se indagó en el conocimiento de la comunidad respecto a la floración del ambiente, con énfasis en especies autóctonas de interés apícola. La consigna se orientó a distinguir períodos de floración, distribución espacial y abundancia de las mismas. Desde la premisa que conocer e interpretar la información que brinda el ambiente, permite una mejor planificación de la actividad, se confeccionó una lista de las especies vegetales de interés apícola y los meses donde presentan flores, reconociendo la presencia en la zona de, entre otras:
Después, se organizaron estas especies de acuerdo a los meses en que florecen, se presentó y discutió el concepto de curva de floración, y la utilidad de esta herramienta para la planificación de las tareas dentro y fuera del apiario. Para facilitar la tarea se entregaron planillas ideadas para la carga y la interpretación de estos datos. Los productores señalaron que la herramienta les permitirá saber para dónde ir y hacer un mejor manejo. Los capacitadores hicieron hincapié en factores como la alimentación estratégica (de sostén o incentivo, en los tratamientos sanitarios, y en los momentos dentro del calendario donde conviene multiplicar las colmenas y hacer recambios de reinas y de materiales inertes. También se analizaron los tipos de producción (orgánica y convencional) y los productos que se derivan de la actividad, como la miel, el polen, la jalea, el material vivo o los propóleos.
Al finalizar la capacitación se planificó un nuevo encuentro para el mes de Junio, con visitas a los apiarios, revisión del estado de las colmenas y tratamientos sanitarios.
Inta Santiago del Estero