Cómo se come, Mejor no coma nada, porque de un lado de esta estructura tubular se cargan los efluentes y desechos de los animales, además de otros residuos, y del otro sale un compost que puede utilizarse para enriquecer las tierras de cultivo.
La novedosa máquina, la primera de fabricación nacional, permite el compostaje in situ de los residuos orgánicos junto a restos de poda y jardín, obteniendo como resultado “un producto útil para aplicar como enmienda y fertilizante de los espacios verdes”, según informó la empresa, que recordó que en la Argentina el 6% de los gases de efecto invernadero provienen de este tipo de residuos.
Se puede alimentar con residuos orgánicos de feedlots, cría de aves de corral, cría de cerdos, cría de ovejas, residuos forestales, domiciliarios, industria pesquera, poda de frutales, etcétera.
La máquina, llamada Rotorbuey, no solo está pensada para espacios rurales, sino también para los periurbanos. “La falta de inclusión de residuos sólidos orgánicos (RSO) en el ordenamiento del espacio rural y el rápido crecimiento de los complejos urbano-industriales sobre las zonas rurales y periurbanas, provoca el deterioro de los procesos socioambientales”, explicaron desde Montecor.
Es allí donde la maquina diseñada cobraría sentido. Las fabrican de 7, 11 y 15 metros cúbicos de capacidad, pero se les pueden ir añadiendo módulos.
Luciano Orden, del INTA Ascasubi y del departamento de Agronomía. Universidad Nacional del Sur, explicó que “los sistemas de compostaje cerrados se caracterizan por ser equipos tecnológicos sofisticados donde los residuos sólidos orgánicos nunca se encuentran en contacto directo con el exterior, evitando la pérdida de nutrientes por lixiviación. Debido a esto, posibilitan el tratamiento de residuos patogénicos de origen agropecuario, minimizando al mismo tiempo la contaminación medioambiental”.
El proceso de compostaje es un proceso biológico que ocurre en condiciones aeróbicas (presencia de oxígeno), y que asegura una transformación higiénica de los restos orgánicos en un material homogéneo y asimilable por las plantas.
El nuevo equipo consiste en una estructura tubular modular de acero que, rota en un sentido, a muy baja velocidad. Una vez cargado con los residuos, el equipo rota regularmente desplazando el contenido hacia la zona de descarga. Durante este traslado se va produciendo el compostaje a través de cuatro fases de transformación.
Dentro de esta estructura hay un conjunto de paletas que van empujando el material hacia el otro extremo. El movimiento, más la temperatura generada por los microorganismos y, principalmente, el oxígeno dentro del tubo, facilitan y aceleran el proceso natural de descomposición de la materia orgánica, reduciendo la duración del proceso a unos pocos días.
Además, decanta en otros beneficios, como que no produce olores ni lixiviados; otorga aislamiento inmediato del entorno y evita la presencia de animales y vectores de enfermedades. El equipo se controla desde un tablero de comandos, minimizando al máximo el contacto de los operarios con el material en descomposición.
Bichos de Campo