El salmón es un pescado azul infinitamente versátil y delicioso: sirve para preparar una inmensa variedad de platos aptos para todo público. Aporta alrededor de 11 gramos de grasa cada 100 de carne, siendo rico en ácidos Omega 3 que ayudan a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. Expertos recomiendan su consumo a la hora de tratar trastornos cardiovasculares.
Se trata de una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico, que además proporciona vitaminas y minerales como magnesio y yodo. El primero se relaciona con el buen funcionamiento de nervios, intestino y músculos; en tanto que el segundo es fundamental para el desempeño de la tiroides.
Entre sus principales ventajas, es un pescado que admite múltiples preparaciones. Si bien su carne es firme y sabrosa, también se destaca por ser delicada y agradable, como consecuencia de su elevado contenido graso. Se puede cocinar asada, a la plancha, al horno o vapor y mezclar con muchísimos ingredientes.
A continuación, te ofrecemos ocho recetas riquísimas con salmón como gran protagonista.
1) Para preparar el salmón, será necesario descamarlo y quitarle las espinas.
2) Picar finamente el eneldo y el hinojo y mezclar con el azúcar y la sal.
3) En un recipiente plástico, confeccionar una especie de “cama” con la mezcla anterior. Superponer el salmón y cubrir con el resto del preparado.
4) Sellar con un film transparente y colocar peso por encima para prensar. Dejar reposar en la heladera por 48 horas.
5) Para preparar los blinis, colocar agua tibia en un bowl y disolver la levadura. Añadir la otra mitad de la harina y batir. Tapar y dejar reposar.
6) En otro bowl, introducir la leche, los huevos, el azúcar, la sal y el resto de la harina. Batir hasta conseguir una mezcla homogénea.
7) Unir ambas mezclas. Volver a tapar y dejar reposar.
8) Los blinis se cocinarán en una sartén con manteca. Cuando el salmón esté marinado, limpiar con un paño húmedo y cortar en lonchas finas.
9) Disponer una loncha por encima de cada blini con un trocito de queso de cabra. Espolvorear con semillas de sésamo.
1) Cocer las placas de canelones en agua hirviendo con un poco de sal. Colocar una por una para que no se peguen. Una vez que estén en condiciones, secar y escurrir.
2) Picar la cebolla y el puerro y sofreír en una cazuela con aceite de oliva. Cuando estén pochados, añadir el salmón desmenuzado.
3) Saltear durante unos minutos, sin dejar que el salmón se cocine demasiado. Salar a gusto y retirar del fuego.
4) Extender las placas de canelones sobre la mesa de trabajo y repartir sobre ellas el relleno. Enrollar cada una y colocar en una fuente de horno previamente untada con manteca.
5) Preparar la salsa bechamel, derritiendo manteca en un bowl. Después incorporar la harina y remover hasta que ambos ingredientes se integren. Añadir la leche previamente calentada de a poco, mezclando de modo tal que no surjan grumos.
6) Dejar a fuego hasta que empiece a espesar. Incorporar sal y nuez moscada a gusto.
7) Mezclar la bechamel con el tomate frito.
8) Cubrir los canelones con la salsa y el queso rallado. Gratinar al horno durante 10 minutos.
1) Lavar el salmón quitándole las escamas. Cocer en una olla con agua, sumando una cebolla, un puerro troceado, el laurel y una pizca de sal.
2) Una vez que el pescado quede tierno, colar y reservar su caldo. Limpiar el salmón retirándole su cabeza, piel y espinar. Desmigar.
3) En una sartén previamente untada con manteca, pochar la otra cebolla con el puerro restante, la zanahoria y el tomate picado. Preparar un sofrito.
4) Colocar en la olla el salmón desmigado con el sofrito. Cubrir con el caldo reservado y dejar cocer por cinco minutos.
5) Salpimentar a gusto y batir.
6) Servir bien caliente con un poco de perejil picado como decoración.
1) Cocer el arroz en abundante agua hirviendo con sal. Una vez que esté al dente, escurrir y reservar extendido.
2) Escaldar los guisantes y la zanahoria en dos ollas separadas durante cinco minutos, sin que se cuezan demasiado.
3) Cortar la cebolleta en juliana y saltear con la zanahoria troceada, los guisantes y el maíz en una sartén caliente con unas gotas de aceite de oliva. Añadir el arroz y continuar el salteado.
4) Sazonar el salmón y embadurnar con una mezcla de mostaza, vino blanco y miel. Llevar al horno por 10 minutos a 100 grados.
5) Emplatar el salteado de arroz y colocar el lomo por encima. Salsear con los jugos que hayan quedado en la bandeja del horno.
1) Limpiar y quitarle las espinas al salmón. Picar el pescado en trocitos y colocar en un recipiente con el eneldo, la ralladura de limón y una pizca de sal y pimienta. Mezclar y dejar reposar en la heladera.
2) Pelar las gambas y reservar sus cabezas. Picar y añadir al salmón.
3) Calentar unas cucharadas de aceite de oliva en una sartén y saltear el salmón y las gambas a fuego fuerte durante cinco minutos. Retirar y dejar enfriar.
4) Separar las claras y las yemas de los huevos. Batir a nieve las primeras y reservar.
5) Batir las yemas con el queso, la harina y la leche e incorporar el pescado una vez que se haya enfriado.
6) Unir la mezcla con las claras,a través de movimientos envolventes para que no se bajen.
7) Engrasar un molde con manteca y rellenar con la mezcla. Cocer a baño María en el horno precalentado a 190 grados por una hora. Luego, dejar enfriar y desmoldar.
8) Colocar la gelatina en agua fría y cocer las pieles del salmón y las gamas con agua y una pizca de sal durante media hora.
9) Colar el caldo resultante y añadir la gelatina hidratada. Mezclar hasta que la misma se disuelva y echar por encima del pastel ya desmoldado e incorporado sobre un recipiente más grande.
10) Dejar enfriar en la heladera y volver a desmoldar.
1) Calentar la leche y retirar del fuego cuando hierva. Incorporar el salmón fresco, limpio de piel y espinas.
2) En una cacerola, derretir la manteca y pochar las cebolletas picadas bien finas. Cuando la solución adquiera un color transparente, incorporar la crema de leche y dejar hervir por un minuto.
3) Escurrir el salmón de la leche, trocear y añadir a la cacerola. Sazonar a gusto y dejar cocer hasta lograr una textura cremosa. Retirar del fuego.
4) Dejar atemperar y batir con el salmón ahumado.
5) Verter en un molde y dejar reposar en la heladera por dos horas hasta que se solidifique.
1) Dorar los ajos laminados en una sartén con un poco de aceite de oliva. Incorporar las espinacas y saltear durante cinco minutos. Añadir sal a gusto y reservar.
2) Colocar al fuego en una olla con rejilla para vapor con agua. Salpimentar el salmón a gusto y bañarlo con un poco de jugo de limón y aceite de oliva. Cocer por cinco minutos.
3) Para preparar salsa, picar la cebolla bien fina y rehogar con aceite de oliva. Añadir la mostaza y el vino blanco hasta que se evapore el alcohol. Agregar la crema de leche.
4) Dejar que se reduzca un poco y triturar. Poner al punto de sal.
5) Servir el salmón con espinacas sobre una cama de salsa de mostaza.
1) Limpiar el salmón de espinas y piel. Cortarlo en dados, salpimentar y reservar.
2) Colocar las espinacas y pieles en una olla con agua. Añadir una cebolla pelada, el puerro, un diente de ajo, la zanahoria y los clavos de olor y dejar cocer durante 15 minutos. Colar el caldo obtenido.
3) Preparar un sofrito en una cazuela con la cebolla restante, el pimiento verde y dos dientes de ajo –todo bien picado–. Cuando la preparación quede pochada, agregar las papas peladas y troceadas. Rehogar el conjunto durante unos minutos.
4) Incorporar el vino blanco hasta que evapore el alcohol. Cubrir las papas con el caldo previamente elaborado y dejar cocer a fuego suave hasta que las patatas estén tiernas.
5) Retirar del fuego y añadir los dados de salmón. Dejar reposar el guiso antes de servir.