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Si bien la mayoría de los países presentan restricciones respecto a la entrada de turistas como consecuencia de la pandemia de coronavirus, muchas personas esperan con ansias poder viajar y disfrutar de algunos de los lugares más lindos del mundo. Como en el último tiempo el turismo gastronómico ganó popularidad en todo el globo, te contamos sobre cinco rutas que deberías visitar sí o sí a lo largo de un recorrido culinario.
El país ofrece numerosas rutas gastronómicas donde probar vieiras buceadas a mano, panes salados, chocolates de tartán y whisky de malta. Una de las alternativas más recomendadas es Arbroath Smokie Trail, que se destaca por sus exquisitos mariscos ahumados. Los mismos se preparan en palos sobre fuego de leña de haya y roble,con un whisky local que les da un sabor inigualable.
Este pueblo de pescadores de la costa este alberga cerca de una docena de pequeñas empresas familiares que continúan el legado de sus ancestros. En las tiendas gastronómicas, es posible degustar todas las exquisiteces ahumadas de la región: paté, risotto, estofado e incluso helado.
A lo largo del paseo, se aconseja pasar por la Reserva Natural de Seaton Cliffs, repleta de acantilados y cuevas marinas. En el área deambulan muchísimas aves.
Las aguas cristalinas de Irlanda convierten al país en un lugar privilegiado para las tradiciones agrícolas y alimentarias. Uno de sus destinos más lindos es Burren.
Esta área poco conocida ubicada al oeste es famosa por su paisaje geológico de piedra caliza kárstica, que se remonta a alrededor de 300 millones de años. El sitio cuenta con numerosas carreteras rurales y establecimientos familiares donde probar productos locales, mariscos, chocolates, quesos y carnes.
Las producciones de todos los miembros de Burren Food Trail fueron examinadas a partir de rigurosos estándares de calidad, que aspiran a construir un futuro más sostenible. La ruta forma parte de un geoparque oficial que figura en la lista de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), siendo el único lugar en la Tierra donde las especies de plantas alpinas, árticas y mediterráneas crecen una al lado de la otra. El lugar también se localiza próximo a los acantilados de Moher y el Parque Nacional Burren.
La ruta es administrada por una organización sin fines de lucro que busca promover el desarrollo de productores artesanales de queso y agricultores familiares. El recorrido incluye paseos, clases y eventos.
La caminata comienza en el sendero del Valle Central, donde una familia holandesa que se especializa en queso gouda posee un zoológico de mascotas al aire libre. Más adelante, el trayecto de la Costa Norte permite acceder a las instalaciones de cuatro predios queseros, ubicados cerca del océano y el bosque de secuoyas.
La primera parada recomendada para el recorrido en auto, es Pennyroyal Farm, donde es posible degustar quesos y vinos. El copropietario del establecimiento forma parte del staff de Navarro Winery en Anderson Valley.
Fundado en 2018, este sendero permite elegir la propia aventura gastronómica a lo largo de la garganta del río Columbia al este de Oregón. Entre sus espacios más emblemáticos, se destaca la ruta Fruit of de Valley, repleta de granjas, huertas históricas, puestos de frutas, viñedos biodinámicos y cervecerías artesanales.
Allí, es posible recoger la cosecha y organizar un recorrido privado en Muirhead Cannig, donde observar la conservación de peras, albaricoques y ciruelas. En la granja Sandoz, se pueden probar mermeladas, verduras al escabeche y carnes locales.
Quienes busquen una experiencia inolvidable, deben caminar por el sendero de 56 kilómetros de Mosier Plateau y terminar el trayecto degustando una exquisita sidra en Hood River.
Si bien la mayoría de las personas asocian la costa de Byron Bay con sus hermosas playas, el lugar también alberga selvas tropicales y valles fértiles en una exquisita ruta gastronómica agroturística. Atrae viajeros australianos y extranjeros, que llegan en búsqueda de un estilo de vida más orgánico.
El área está repleta de granjas sustentables, huertos y ferias semanales, donde se venden alimentos cosechados localmente como frutas, verduras, quesos y aceitunas. Muchas ofrecen recorridos educativos donde degustar los mejores sabores y aprender sobre el proceso de producción de alimentos.
Se sugiere pasar un día completo en The Farm Byron Bay, donde un grupo de pequeñas empresas apoya el buen desarrollo del ecosistema impulsando hábitos de consumo más saludables. El lema es cultivar, alimentar y educar. La extensa granja de 32 hectáreas cuenta con jardines y animales que deambulan libremente y tiene puestos de venta de panadería artesanal, productos agrícolas, helados y flores.
