El gerente de Desarrollo y Asuntos Regulatorios de UPL Argentina, Luciano Lecumberri, asegura que desde hace casi dos décadas, el control de malezas representa uno de los mayores desafíos de la producción sojera. En este contexto, marca que la biotecnología constituye la principal herramienta para hacerle frente.
A lo largo de la próxima campaña, varias empresas semilleras podrán disponer en sus sistemas de producción la tecnología Enlist E3®, que combina tolerancia a glifosato, 2,4-D y glufosinato de amonio en un único estaqueado molecular que permite controlar un buen número de organismos perjudiciales.
Vale remarcar que el glufosinato de amonio es relativamente conocido por su empleo en el cultivo del maíz y propone un modo de acción diverso y complementario al glifosato y el 2,4-D. Su mayor virtud es que contribuye a disminuir la presión de selección sobre las malezas.
El herbicida posee características diferenciales que le confieren el potencial de controlar agentes patógenos que suelen ser difíciles de atacar por otros compuestos similares. Además, ofrece una buena versatilidad de uso, que abarca desde el barbecho hasta la post-emergencia de cultivos tolerantes, sin causar problemas de fitotoxicidad o “carry over”.
Estas propiedades son de gran ayuda para rotar los diferentes modos de acción y controlar malezas como el yuyo colorado o la rama negra, cuyos flujos de emergencia suelen prolongarse con el correr del tiempo. Se trata de un herbicida de amplio espectro y contacto, selectivo para cultivos de maíz y soja. Sus características ambientales y de seguridad son vitales para combatir agentes difíciles y gramíneas.
Lecumberri aconseja aplicarlo en momentos de buena exposición al sol, respetando las condiciones ambientales. Al tratarse de un producto de contacto, el tamaño de las gotas a suministrar debe ser el adecuado a fin de lograr la mayor cantidad de impactos; además, las malezas tienen que ser pequeñas (menos de 10 centímetros de hoja ancha y menos de 3 macollos en gramíneas, respectivamente). Para aumentar su acción, el profesional recomienda complementar el herbicida con sulfato de amonio.
Gracias a la incorporación del sistema Enlist, es posible realizar un solo tratamiento en conjunto con 2,4-D o doble golpe en cultivos de soja. En el caso del yuyo colorado, los controles superan el 90%, obteniendo una importante disminución de los bancos de semilla, aparte de mejores manejos en combinación con otras estrategias a largo plazo.
“El uso adecuado de estas nuevas herramientas no solo permite mejorar el manejo de malezas resistentes, sino que nos brinda la posibilidad de avanzar en la búsqueda de una agricultura más sostenible”, concluye Lecumberri.